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CHAÑARES DE LA INDIA MUERTA - Leyenda mendocina.

Pequeño paraje de la INDIA MUERTA, Tunuyán, Mendoza.

Latitud: °36'6.52"S  
Longitud: 69°18'2.77"O

Garmin: S33 36.114 W69 18.026


Por: Enrique Guerrero.

La Ruta Provincial 94, nos condujo por su cuerpo vibrante de asombros y silencios, hasta un pequeño rincón, que dista a poco más de 31 km de Tunuyán.

 

Algunos chanarcitos, entre los que con humildad sobresalía el cartel nomenclador del paraje y la imponente Cordillera de los Andes, por la que regresara nuestro venerado general José de San Martín a Mendoza, completaban el momento.




HUARPES


No era sencilla la vida de la gente originaria, que habitaba nuestras tierras, a mediados del siglo XVI.


El clima, los malones enemigos y el alimento, a los que se les sumaban las encomiendas[1] españolas, eran una ardua amenaza con la que convivían a diario.


Asentamientos huarpes
en el s. XVI

En Mendoza, ocuparon una vasta área que iba desde las Lagunas del Guanacache al norte, hasta los fértiles valles, bañados por los ríos Mendoza, Tunuyán y Diamante, al sur.

 

Los asentamientos se ubicaban cerca de cursos de agua, lo que les permitía ejercer una agricultura rudimentaria de maíz, zapallo y mate.

 

La alimentación se complementaba en menor medida, con la recolección de frutos, huevos y raíces, o pesca en las lagunas de Guanacache, y caza de guanacos, liebres, ñandúes y vizcachas, en el pedemonte y la cordillera.


Este pueblo, constituyó la última cultura originaria, que pobló el suelo cuyano.





Chañarcitos dla India Muerta


Adaptación Enrique Guerrero.


Una joven muchacha llamada Macia, fue comprada a su familia por unos pocos cueros de animales; motivo por el cual debió viajar desde las lejanas tierras del norte, hasta el valle de Uco, donde se desposó con un joven huarpe.


CUCO- Cacique principal en el Valle de Uco (Mendoza). Encomienda de Diego de Velasco, 1564. - (B- II- a). Acaso por aféresis este nombre se trocó en Uco. - 2°) indio de Uco. Encomienda de Ortiz de Urbina, en 1606. Este nombre debió dar origen al de Uco, eliminada la C inicial, según costumbre entre aquellas gentes y lo confirma a cada paso esta nomenclatura. - A - I - a. marzo de 1607. - MENDOZA.

"Los aborígenes del país de Cuyo" del Pbro Pablo Cabrera



"Vestigios Huarpes"
de Fidel Roig Matóns
Tras la tan ansiada unión, se fueron a vivir a un pequeño ranchito de pirca, cercano al arroyo Grande.


La nueva vida le fue trayendo felicidad, asombro, nuevos hábitos y vecinos, a los que no sin dificultad, se adaptaba de a poco.


Una mañana, como tantas otras, se internó en el pedemonte para recolectar los dulces frutos del chañar, para elaborar arrope[2], leña para avivar el fuego y hierbas, que le aportarían a sus comidas, los aromas que atesoraba de su lejano hogar.

 

El Chañar es empleado medicinalmente contra catarros, tos convulsa, asma, etc. Se emplea la corteza en forma de cocción, con el agregado de miel.


Ese día en particular, se demoró más de lo acostumbrado. El rumor del arroyo Grande la había embelesado, con su relato infinito de aguas cristalinas, que corrían por la quebrada, portando confidencias de la nieve.


Arroyo Grande - Tunuyán
Por lo que con cierta pereza, llenó sus cacharros de agua, para emprender el regreso.


No había dado unos pasos aún, cuando espesas columnas de humo que se elevaban sobre el horizonte, en dirección a su hogar, le llamaron la atención, haciéndole temer lo peor...


Las vasijas se le deslizaron entre los dedos, estrellándose contra el suelo y sus pasos comenzaron a acelerarse, en una carrera que competía, con los latidos de su corazón.


A medida que se acercaba, el humo, el olor a quemado y el griterío, se hacían más intensos e incesantes.


Escultura de Uco, realizada en hojalata,
en la esquina de un campo de la RP94.
Una niña que estaba acurrucada tras un arbusto de jarilla, la llamó entre sollozos.

 

Deseaba advertirle que estaban siendo atacados por un malón de salvajes que venían del sur, y mataban sin piedad a los hombres, para llevarse cautivas a las mujeres y niños.


Presa del terror, Macia emprendió la huida con el firme propósito de no dejarse atrapar.


Las espinas, el frío, los golpes y las piedras, castigaron sin piedad su delgada contextura, más no lograron detenerla.


Chañares a la vera del camino.
Al anochecer se guareció en un pequeño "bosquecito" de chañares, pidiéndole protección al dios Hunuc Huar[3], para que disipara la horrible pesadilla vivida.



La noche fría y la larga espera, se fueron adueñando de su alma...



Cuando amaneció, el cuerpo de la joven yacía inerte, rodeado de unos pocos chañares que la acompañan desde entonces, dándole el nombre al lugar.



CHAÑARES DE LA INDIA MUERTA, Tunuyán.



Luego de esta breve y triste historia, que le da el nombre a uno de nuestros bellos rincones "tunuyaninos", me despido con un abrazo cordial.

                                                       




Cómo llegar saliendo desde Tunuyán.
 con Google Maps


[1] encomienda: consistía en la asignación, por parte de la corona, de una determinada cantidad de aborígenes a un súbdito español, llamado encomendero, en compensación por los servicios prestados.

[2] arrope: es un jarabe obtenido, mediante la deshidratación y cocción parcial del jugo de un fruto, hasta llegar a la caramelización de sus azúcares.

[3] Hunuc Huar: dios protector huarpe.





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* Leyenda del ñandú.

* Hunuc Huar: Leyenda huarpe.

* Leyenda de Cerro Punta Negra.

* Laguna de la Niña Encantada.


 * Leyenda del Viento Zonda.



LEYENDA DE PUENTE DEL INCA

MANCO CCAPAC I - 1er Emperador Inca


Por Enrique Guerrero.

Las leyendas al ser relatos breves de fenómenos físicos, paranormales, naturales o hechos históricos, tradicionales y/o populares, y por el carácter anónimo de su origen, muchas veces adquieren alternancias y matices inesperados.


Cada narrador las va dotando de su impronta y es quizás esta última, la que les destina un cálido "rinconcito", en la cultura popular de cada región.


Esta leyenda no podía escapar a ese destino. De los tres posibles desenlaces que escuché con los años, elegí uno y es el que voy a narrarles.




Puente del Inca

Leyenda Mendocina

Adaptación: Enrique Guerrero


Entre los siglos XV y XVI, el Tawantisuyu[1] o Imperio Incaico, se convirtió en el estado más extenso que haya conocido la América precolombina.

Collasuyo Inca (mapa inglés de 1851)

En menos de cien años, sus dominios se extendieron desde el Cusco, corazón político y cósmico del Tawantisuyu, hacia las cuatro direcciones. 

Fue quizás por ese motivo, que el emperador inca, no se resignaba a que en su vasta comarca, no existiera un lugar, medicina o persona, que pudiera sanar a su hijo, del mal que lo postraba.



CHASKI (Sello postal de Perú 1977).

Por consejo de los amawtas[2], que descubrieron un manantial dorado, cuando leían las hojas de coca y las estrellas; les ordenó a cada uno de los chasquis, la búsqueda de ese rincón de sanación, en los cuatro Suyus (regiones o comarcas).


Velozmente cruzaron el imperio, por cada uno de los senderos del Qhapac Ñan Inca (Camino Real), siguiendo lo ordenado por el Sapa Inca (supremo emperador).

Más con el paso del tiempo, fueron retornando uno a uno, sin la tan ansiada respuesta.


Joven haciendo sonar el pututo.
El último en llegar, fue el chasqui  que provenía del territorio más austral del imperio.


Anunciando con el sonido estridente del pututo[3]  la buena nueva:


- ¡He hallado al final del Collasuyu[4], el manantial  dorado, del que fluyen las aguas del sol!.




Con celeridad el emperador ordenó que se alistaran las "andas" y se prepararan los guerreros más fuertes, para emprender el viaje sanador junto a su hijo.


Andas del Inca. "Nueva crónica y buen
 gobierno"(1615), de Felipe Guamán Poma
de Ayala.

La extensa travesía les demandó menos tiempo del esperado, ya que contaban en todo momento, con un aliado incondicional, la fabulosa red vial andina, que ofrecía el Qhapac Ñan.

 

Atravesaron punas, valles, sierras, montañas y ríos, sintiendo un gran alivio al divisar el Tambo[5] de Tambillos.

 

Sólo les restaba un último trecho por los tambos de Ranchillos  y Tambillitos, para concluir el ansiado viaje, hasta las aguas sanadoras del Collasuyu.


Zona de ingreso al TAMBO REAL DE RANCHILLOS, Uspallata, Las Heras.


Cuando llegaron a la fuente termal, quedaron mudos de asombro. No se podía negar que Inti, el dios Sol, les había dejado una clara señal de que era el sitio elegido.


Margen sur del río Cuevas.
La otra barranca del río poseía un dorado tan intenso, que no era difícil suponer que el sol, se hubiera recostado sobre ella por unos instantes.


El agua intempestiva que corría por el lecho del río, les impuso una barrera final, por lo que, agotados de las largas jornadas vividas, se entregaron al descanso.


El cielo andino se fue cubriendo lentamente de estrellas, que concurrían desordenadamente al jardín de la noche, por cuanto Mama Killa, la Luna, se encontraba próxima a realizar su paseo nocturno.


Inti que los había observado durante las extenuantes jornadas vividas, se sintió conmovido al ver el nuevo desafío que les imponía Pachamama y en total complicidad con Mama Killa, les construyó una gran sorpresa para cuando despertaran.





Puente del Inca


L
as primeras luces del alba, extendieron sus pensamientos entre los cerros, desnudando de a poco la regia presencia de un puente, de roca dorada como el sol.


Se prolongaba hasta el manantial del que emanaban las aguas templadas y milagrosas, que curaban todos los males del cuerpo.


PUENTE DEL INCA, Las Heras, MENDOZA.

PUENTE DEL INCA desde la otra margen del río.

VILLA DE PUENTE DEL INCA, desde la otra margen.

Fuente de agua termal, CHAMPAGNE.

Cóndor o Apu Kuntur, mensajero de los dioses Incas.

¡Un cóndor sobrevoló los cielos, por un instante!


Quizás portando un mensaje de gratitud, enviado por el emperador al "janaqpacha", mundo superior, donde moran todos los dioses incas.





Me despido con un cordial saludo y el deseo de que la vida, nos brinde siempre, buenos senderos para andar.


                                 



[1] Tawantisuyu: nombre dado al imperio por los incas, que deriva del quechua, tawa: cuatro, Inti: Sol, suyu: región, se puede traducir como "las cuatro regiones del sol".
[2] amawta: (quechua) sabio, que posee sabiduría.
[3] pututo: instrumento de viento andino, construido con una caracola marina, con el que los chasquis anunciaban su llegada. También lo utilizaban en rituales de sanación, celebraciones religiosas y combates de guerra.
[4] Collasuyu (quechua: qulla suyu): "región de los sabios" (qulla: eminencia, excelencia - suyu: región). 
[5] tambo (quechua: tanpu): era una construcción situada al costado del camino principal, usada como albergue de los chasquis y centro de acopio.



Otros temas que quizás te puedan interesar:




* Tambo incaico "Tambillitos".

* Cementerio del andinista (Puente del Inca).

* Leyenda del Aconcagua.




HUNUC HUAR - Leyenda Huarpe

HUARPES JUGANDO PAYANA
 acrílico sobre lienzo de Carlos Andrés Isola.


Las leyendas son pequeñas hojas,


mecidas por los vientos incansables,


que agitan los mares del tiempo.






Hunuc Huar


Leyenda huarpe


Adaptación: Enrique Guerrero


Cuentan que Hunuc, hijo único de la Montaña y el Sol, vivía solo en el Cuyùm (arenal), disfrutando de todo lo que la tierra le proveía.


"Lagunero con poncho típico"
de: Fidel Roig Matóns, pintor del desierto

Pero a medida que los años fueron pasaban e iba creciendo, una extraña y desconocida sensación de tristeza, comenzó a invadir sus pensamientos.


No entendiendo el motivo del nuevo sentimiento que se estaba despertando, decidió consultarlo con sus amigos, los animales que a diario cruzaba en el valle.


El cóndor, el guanaco y la tortuga, que no ignoraban su soledad, le aconsejaron que buscara una hembra que le hiciera compañía y le diera descendencia.


Tras escucharlos en silencio, fue en busca de su madre, la Montaña, para solicitarle una compañera.




Comenzó la larga travesía, con el zonda empujando sus espaldas. Recorrió cerros y quebradas, hasta llegar a la cumbre del Aconcagua (del quechua: mirador o vigilante blanco), donde un cóndor lo cargó sobre sus alas, para depositarlo en el mismo corazón de Los Andes.


Tan pronto como llegó, llamó a su Madre la Montaña para contarle su desdicha. Ella lo escuchó consternada, por cuanto sabía que lo solicitado por él, escapaba a sus posibilidades.


"Juan Manuel Villegas"
"Iconografía Huarpe"
de: Fidel Roig Matóns

El único que podía concederle tal deseo, era Xumuc[*], el padre Sol, para lo que debía fundirse con Che[*], la Luna, en un gran eclipse y de ese modo, darle nacimiento a Axe[*], la mujer.


Hunuc le pidió que intercediera y del romántico eclipse de Xumuc y Che, nació Huar, la primera mujer.


Y así fue que comenzaron una vida juntos, hasta que un día, coronando esa feliz unión de amor, Huar quedó embarazada.


Por lo que al enterarse Xumuc, se encendió en cólera, ya que dar vida, era una potestad que sólo le correspondía a él y no se los iba a permitir.


De inmediato les exigió que optaran entre sus vidas, o la del hijo que iba a nacer...





La decisión ya había sido tomada, cuando llegó el momento del parto, en el que nació Huarpe[1], hijo de Hunuc y de Huar.


Apresurados por el corto tiempo que les restaba, los padres lo criaron enseñándole a adorar la Montaña, el Sol y la Luna, para luego retirarse a un rincón lejano, donde cumplirían la promesa de dejarse morir.


El Sol (Xumuc) y la Luna (Che), sobre el Cerro 7 Colores (Uspallata)


El niño creció solo, enfrentando las grandes dificultades y los desafíos que le imponía el lugar.


Hasta que un día Xumuc, compadecido por la soledad de su nieto, le envió a una de las hijas de la Luna, para que lo acompañara por el resto de sus días.




La historia hubiera finalizado aquí, de no ser que, al enterarse la Madre Montaña la suerte sufrida por su hijo Hunuc y su mujer Huar, enojada con Xumuc, le exigió que diera inmediato remedio, al mal que había provocado con su ira.


Fue así que Xumuc les permitió a las almas de Hunuc y de Huar, ascender desde los abismos oscuros de la muerte, amalgamadas en un solo dios, Hunuc-Huar, para que estuvieran juntas por toda la eternidad.


Asignándole a Hunuc Huar, la misión de acompañar y proteger al Pueblo Huarpe, a partir de aquel día.


"Construyendo balzas"
Laguneros, de Fidel Roig Matóns.


LAGUNAS DEL HUANACACHE


Cuentan además que el Sol, lloró lágrimas de arrepentimiento y a medida que iban cayendo sobre la tierra, le dieron nacimiento a un sitio venerado por nuestros originarios, los Huarpes, las Lagunas del Huanacache o Lagunas del Rosario de Huanacache, en el noroeste de Mendoza.




Me despido con un fuerte abrazo y el deseo de que la vida, nos brinde buenos senderos para andar.



[*] Huarpe-Milcayac, de Luys Valdivia (1560-1642), misionero jesuita español.

 

[1] Huarpes: hijos de huar. Deriva de huar: divinidad y pe (patronímico): hijos o parientes de. 






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* Danza de la lluvia (tradición del desierto)





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