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LEYENDA DEL CERRO NEVADO

Leyenda del cerro Nevado


Por: Enrique Guerrero.

En esta antigua leyenda, los pobladores originarios de Cuyo plantean una analogía, entre las fuerzas de la naturaleza y el espíritu del hombre.

 

La belicosidad de las tribus araucanas, está representada por los volcanes activos de la cadena occidental de los Andes, frente a la pasividad de los volcanes extintos del este y la vida sedentaria del pueblo huarpe.


Siendo muy probable, que naciera como una necesidad de advertirle a sus comunidades, el carácter violento de otras tribus.


Salí por fin de la Cordillera y entré en el reino de Chile, que tiene quinientas leguas de largo por veintiocho o treinta de ancho, célebre por sus diversos temblores causados por catorce volcanes siempre inflamados, que vomita la parte más elevada de sus montañas cubiertas de nieve. 

Viaje por el interior de la América Meridional - Julián Mellet (1824)





Leyenda del  Cerro Nevado


Adaptación: Enrique Guerrero

La actividad volcánica que modeló el paisaje de la Payunia, comenzó hace tres millones y medio de años y continuó sin interrupción hasta hace tres mil, siendo muy probable que las últimas erupciones, fueran presenciadas por los pueblos originarios de la región.

Leyenda del "Nevado"

No siempre se llamó Nevado. Hubo un tiempo en el que como todos los volcanes dormía y su sueño profundo, sólo era perturbado por las erupciones y sacudones, que estremecían su cuerpo mientras crecía.


Y así, con el transcurrir de los años, siglos y milenios, tiempo que se asemejaba más a la eternidad, que a una etapa de desarrollo, una mañana despertó. La metamorfosis se había operado y como recuerdo de aquel volcán estrepitoso, nacía un bello cerro, alejado de las cadenas montañosas del oeste.


Se erguía orgulloso y feliz, buscando alcanzar las nubes con las formas indefinidas de su cumbre y en juegos interminables, fustigaba vientos, hasta dejarlos rendidos y maltrechos de tanto soplar.


Sus faldeos arrugados e irregulares, hospedaban a una gran cantidad de pequeños lagartos y a sus pies, a partir de los peñascales, el suelo arenoso se iba moteando de alpatacos, caldenes, jarillas, pichanas y zampas, que convivían con los ñandúes, tortugas y grandes tropillas de guanacos del lugar.


Coronando el paisaje idílico, una Laguna Grande[1] se interponía con la cordillera, alfombrando con aguas turquesas y aves multicolores, el campo volcánico Llancanelo[2], que con el sol de la mañana, se colmaba de pájaros acrobáticos que ascendían y se precipitaban sobre el espejo agua, como una delicada lluvia de cristales.


Sus vecinos más cercanos vivían en la Payunia, otro campo volcánico densamente poblado, que llevaba por nombre el de sus ciudadanos ilustres,  Payún Matrú[3] Payún Liso, dos ancianos que hacía milenios habían extinguido su furia y hoy, pasaban los días disfrutando la serenidad que dan los años. 

Los acompañaban volcanes menores, tales como Morado y el pequeño Santa María, que en sus lejanos días de juventud, diseminó una colada de lava tan oscura en el valle, que le dio origen a las Pampas Negras.



Esta historia hubiera tenido un final feliz, de no ser que del otro lado de la cordillera, desde el norte con el volcán Láscar[4], hasta el sur con el Hudson, pasando por el Quizapú[5] que estaba frente a sus ojos, los volcanes discutían permanentemente.
 

Cerro Sosneado
(Mendoza Argentina)
Sosneado[6], el más alto de la zona, observaba confundido desde la caldera del Atuel[7], el marcado contraste que signaba la vida de sus hermanos de un lado y otro de la cordillera. 


Cada mañana cuando los primeros rayos de sol iluminaban su cresta, abría los ojos deseando que la paz hubiera llegado.


Pero tan pronto como Peteroa[8], Descabezado Grande, Tinguirrica[9] y muchos otros despertaban, continuaban las acaloradas y explosivas batallas del día anterior, con interminables lluvias de cenizas, bombas volcánicas, temblores, vómitos de fuego y lava, que finalizaban con la vida de las inocentes criaturas, que habitaban los alrededores. 



  Según cuentan los ancestros, con los años el bello cerro de cúspide gris, comenzó a sumirse en una profunda pena. Las interminables guerras de sus hermanos del oeste, con la consecuente muerte de animales y plantas que estas ocasionaban, blanquearon su cabellera. 

Y desde entonces se lo conoce como El Nevado y dando testimonio de aquellos tiempos, siempre luce su cumbre cubierta de nieve.





Cerro "El Nevado"



Cerro Nevado
Distrito Punta de Agua - San Rafael

Latitud: S35 34.799

Longitud: W68 29.407

Altura: 3.833 m s.n.m. 


El cerro Nevado se encuentra en el Departamento de San Rafael, en el límite con Malargüe. Es la mayor altura extracordillerana de Mendoza, ubicado a 130 km al este, de la cordillera principal. Su nombre en lengua pehuenche es piri-mahuida (piri: nieve, mahuida: montaña o cerro)


Sus alrededores lo constituyen una bella y delicada zona ecotonal (de transición), entre el Monte y la Estepa Patagónica.


En sus suelos arenosos y la estepa arbustiva de monte, habita uno de nuestros Monumentos Naturales Provinciales, la tortuga terrestre patagónica o "Tortuga del Nevado" (Chelonoidis donosobarrosi) y en la zona de escoriales basálticos, dos lagartos endémicos, el “Lagarto de las Rocas del Nevado” (Phymaturus nevadoi) y el “Lagarto Cola de Piche del Nevado” (Phymaturus roigorum).


Allí también, en el límite oriental de su dispersión, se ha visto una de las especies amenazadas de nuestra provincia, el "gato andino"  (Oreailurus jacobita).





Senderismo, en el  El Nevado


Para los amantes del senderismo, "El Nevado", constituye una excelente opción.

Perfil altura /distancia, elaborado por mi navegador.

Proyección del Track sobre Google earth
Desde su cima, a la que se accede siguiendo una senda de algo más de 9 km de longitud, se observa el fabuloso paisaje, compuesto por la Laguna de Llancanelo, el Nihuil y las ciudades de San Rafael y Malargüe.



Las fiestas navideñas y de fin de año, están próximas, por lo que deseo despedirme hasta el próximo año si Dios quiere, con augurios de mucha Paz, Amor y felicidad.



[1] Laguna Grande: nombre dado por los pobladores originarios a la Laguna de Llancanelo.

[2] Llancanelo: La toponimia tradicional le asigna el nombre de “punta de flecha verde azulado”, donde entiende que yanca: piedra de cuarzo, con la que se construían las puntas de flechas y nelo: color verde–azulado.

Tras consultar diccionarios araucanos y mapuches, y conocer que verde se traduce como carí o carú, en mi opinión su significado sería "Laguna temporaria o ciénaga de color verde azulado", siendo llanca: piedra de color verde azulado usada para hacer cuentas de collares (malaquita) y niellu, ñelo: laguna temporaria o ciénaga (estudio de Enrique Guerrero). 

[3] Vn. Payún o Payén Matrú (3.680 msnm): "barba de chivo"su significado deriva del mapuche payum: barba y matrü: chivo. (toponimias de Isidro Maza), La gente de los alrededores lo llaman Payén (pehuenche), cuyo significado es "cobre".

[4] Vn. Láscar (Chile): del kunza, idioma hablado durante el siglo XIX en el norte de Argentina, Chile y sur de Bolivia, "Lasckar: lengua"

[5] Vn. Quizapú (Chile, 3.788 msnm): la toponimia no proviene de una característica particular del volcán o de un idioma originario. Deriva de un apócope dado por los lugareños a la primera expedición científica que lo estudió: "Quizá(s) pu(es)".

[6] Cerro Sosneado (5.189 msnm): su nombre en lengua nativa significa: "donde primero se ve el sol" toponimias de Isidro Maza. Es el 5000 más austral de Los Andes Centrales, a partir del cual, comienzan los Andes Patagónicos, cuyas alturas del lado argentino, rara vez superan los 2600 m, siendo el más alto el Vn. Lanín (Neuquén) con  3776 msnm.

[7] Atuel: el Dr Gregorio Álvarez, opina que el topónimo proviene de la costumbre de llamarle Atuel o El Latuel. Análisis desde el mapuche: la significa muerte; tue, tierra l, apócope de leuvú, que es río, que se interpreta como: río de la tierra de muerte.

Otras interpretaciones, le asignan una raíz puelche (gente del este) y su  significado sería "alma de la tierra".

[8] Vn. Peteroa (Chile): proviene de los vocablos mapuches "püthen" (quemarse) y "rogh" o "roa" (ramas), lo que significaría "ramas quemadas"

[9] Vn. Tinguiririca (Chile): del mapuche, significa "zorro enflaquecido y yerto de frío", o "los enanos"- tigiri: enanos, ca: los.






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Monumentos naturales de Mendoza - Ley Provincial 6599.


LAS BÓVEDAS DE USPALLATA

Las Bóvedas de Uspallata.

Por: Enrique Guerrero.

Las Bóvedas de Uspallata


Los parajes mendocinos enriquecen sus nostalgias, con estos rincones que se adueñaron del paisaje, hasta integrarse de una forma insospechada con la cordillera.

 

En sus pequeñas cúpulas se enraizaron las ambiciones de un hombre, que no se detuvo en la fecunda labor, de arrancarle a la tierra, el brillo plateado de sus sueños.

 

Ellas le dan nacimiento a una historia protagonizada por el barro y las formas geométricas, de una arquitectura criolla, si se la puede llamar así, que atesora una pizca del siglo XVIII y que, gracias a políticas públicas de conservación, se han proyectado hasta nuestros días.


De los "Apuntes del Camino".



¿Bóvedas o Cúpulas?


Aunque visualmente la bóveda y la cúpula son dos estructuras arquitectónicas totalmente diferentes, con frecuencia se las menciona indistintamente o como sinónimos.

 

Ambas tienen un elemento en común: el arco. A grandes rasgos se puede decir, que en el caso de la bóveda, se proyecta horizontalmente y en la cúpula o domo, gira sobre sí mismo.


Ejemplos de la bóveda y la cúpula,
en la arquitectura colonial mendocina.


Saliendo de Uspallata


Salimos de la localidad de Uspallata con dirección norte, por la RN 149, sobre la que debíamos transitar los 3,2 km, que nos separaban del Museo Histórico "Las Bóvedas".


Nos acompañaba un día espléndido y soleado, por un camino solitario que desnudaba una intimidad de quietud y silencio, perturbada solamente, por los clamores del arroyo Uspallata.


Vista de la Cordillera de los Andes,  desde la playa de estacionamiento (2019)

Las siluetas de dos granaderos con una mula carguera, el suelo agreste y la Cordillera de Los Andes como telón de fondo, completaban un paisaje perfecto de la cotidianidad colonial.

 

Fue en este sitio, donde a finales del s. XVIII y hasta principios del siguiente, se fundió la mayor cantidad de la plata (Ag), extraída en las minas de Los Paramillos, Rosario, San Lorenzo Mártir y alrededores de Uspallata, con una sobreexplotación tal, que durante los primeros cinco años, muchas de ellas ya se habían agotado.

 

La fundición de metales para la corona, comenzó en 1774 en un horno que la Orden Domínica, construyera en proximidades a la Posta de Uspallata.


… "llegamos hasta la Posta de Uspallata. Una milla antes de llegar, pasamos frente a las Bóvedas - las construcciones para la fundición de las minas San Pedro -, sobre las cuales he de volver en detalle"...

John Miers, "Travels in Chile and La plata" (1826).


La Ruta de la Plata (Ag)


LAS BÓVEDAS DE USPALLATA (2019)

Las Bóvedas fueron emplazadas estratégicamente, en el Camino Real del Oeste o de Uspallata, entre las minas y la Capitanía General de Chile.


Las construcciones en 1830, 1945 y 1956
(foto del Museo Las Bóvedas)
Desde acá partía la plata (Ag) y en menor cantidad el oro (Au) en lomo de mula, con destino a la Casa de la Moneda en Chile.


Una vez allí, se acuñaban los doblones de oro y reales de plata manualmente, a percusión de martillo y prensa.


Volvían a Mendoza, donde se traspasaba la carga de los mulares a los carros tirados por bueyes, siguiendo el viaje a Buenos Aires, desde donde partía en carabelas o galeones, hasta su destino final: las arcas reales españolas.

Las mimas eran explotadas por un mendocino de apellido Molina, que con un viejo español y otro nativo se habían asociado para la especulación. Vi a este Molina en las Bóvedas de Uspallata, parecía ser un hombre sensato, y explicaba todos los detalles del trabajo sin la menor reserva, y con la mayor cortesía; quedó muy complacido con mi curiosidad y parecía deseoso de satisfacer mis preguntas en todos sus aspectos. Desgraciadamente no estaba enterado de que las operaciones de fundición continuaban, pues de haberlo sabido habría indicado a mi arriero que se detuviera” …

John Miers, "Travels in Chile and La plata" (1826).


Trapiche hidráulico para la molienda 2019
(fines del Siglo XVIII)
Fue en 1790, cuando Francisco Javier Molina y el español José Moret iniciaron la construcción de esta planta para procesar el mineral extraído en la zona.


La constituía un horno de fundición, tres chimeneas y un trapiche hidráulico para la molienda, alimentado con las aguas del arroyo Uspallata.


Croquis con la distribución de los edificios, no a escala, confeccionado en base a una maqueta expuesta en el Museo Las Bóvedas.


Señalaba el ex jesuita chileno, Juan Ignacio Molina (1740-1829), que "en la mina de Uspallata, tras cavar más 300 pies de profundidad en 1766, se habían encontrado minerales que "no daban indicio alguno de degeneración". Los ensayos hechos en Lima del mineral extraído "con los ensayadores más peritos de Potosí", habían demostrado que el mineral encontrado en una veta central (de las cinco que componían el territorio) rendía más de doscientos marcos de plata pura por cajón".




Las Bóvedas dUspallata


LAS BÓVEDAS DE USPALLATA
 
(Las Heras - Mendoza)
Latitud: S32 34.176 
Longitud: W69 20.432
Altura: 1921 m s.n.m.

La Municipalidad de Las Heras, que actualmente administra y regula el libre ingreso al museo, realizó arreglos, tales como el revoque exterior, colocación de membrana asfáltica y pintura del techo, con el objeto de preservar la construcción de adobe y barro, de las lluvias y otros agentes climáticos.


ESCUDO AZUL (2019)

El 18 de mayo de 2018, la Comisión Nacional de Museos, en conmemoración al Día Internacional de los Museos, las distinguió con el Escudo Azul que luce la fachada del frente y las acredita internacionalmente como:

Escudo Azul
(Blue Shield)

"Bien Cultural Protegido bajo la Convención para la protección de Bienes Culturales en caso de conflicto armado y sus dos Protocolos".


"Bicentenario del Cruce de los Andes (1817-2017)".


Tal distinción la comparte con el Campo Histórico "El Plumerillo" y la Capilla Histórica "El Plumerillo".







Museo Las Bóvedas


Paredes de un metro de espezor y dos arcos, dividen las tres cúpulas. 2019

Luego de una breve reseña, desarrollada por un informador turístico de la Municipalidad de Uspallata, ingresamos al interior del museo. Estaba más fresco que en el exterior, debido a la aislación que producen las paredes de más de 80 cm de ancho, la forma de cúpula "apuntada" del techo y el piso de baldosa criolla.


Las-Bóvedas
Escalera de tronco, tinaja y acta de posesión.

En muchos de los objetos expuestos, aún se pueden sentir el reclamo insistente, de un pasado de esclavitud y dolor...

 

Apenas ingresamos, una tinaja y una pequeña escalera confeccionada con un tronco, para uso en el interior de las minas, nos remite a la mita[1] minera española, que tuvo sus inicios en el s. XVIII.

 

Enmarcado sobre la pared, se expone el acta de posesión de la mina "Del plomo Ronco", en el Real Asiento de San Lorenzo Mártir.


Encabezamiento acta de propiedad
Mina "Del plomo ronco"
En el encabezamiento se registran varias fechas. Tres manuscritas de 1754, 1733 y 1734 y dos impresas en el Sello Real: mil setecientos cuarenta y cinco y cuarenta (ilegible)".
Araucaria petrificada (izq.) - Campana de fundición (centro)  - Bateas de algarrobo (der.)
del bosque de Darwin.  (2019)

Pared del fondo de la capilla, asentada sobre cimientos de piedra. 2019)

Por esas licencias que les da el tiempo a los objetos, aún se mantiene en pie, la pared del fondo de la antigua capilla, tal como se la puede apreciar en imágenes de 1830 y posteriores.


Los cimientos de piedras, unidas por un mortero de cal y arena, exhiben aun hoy, después de dos siglos, una gran fortaleza.


Fotografía histórica de Las Bóvedas.
También se puede apreciar en esta y otras imágenes históricas, que el resto de la capilla está derrumbada, por lo que la construcción actual usada como depósito por la municipalidad de Las Heras, debe pertenecer a algún momento del s. XX.
PATIO TRASERO (2019)
A la izquierda se observa una muela, del trapiche hidráulico.

Por Decreto N°: 30.835, del 10 de diciembre de 1945, se declara Monumento Histórico, a las Bóvedas de San Martín, ubicadas en Uspallata.


El decreto que precede, erróneamente se las atribuía al General José de San Martín y tuvo que ser rectificado 52 años después, con otro que les reconoce el valor que poseen como Monumento Histórico.


Por Decreto N°: 437, del 16 de mayo de 1997, se declaran Monumentos Históricos: los restos del molino hidráulico, hornos de fundición, muros, acequias, túnel y todos los elementos prehispánicos que circundan las bóvedas de Uspallata, ubicados aproximadamente a 3 km del norte de la Villa de Uspallata, sobre el camino que conduce a la Estancia San Alberto y a Barreal (San Juan), apenas atraviesa el arroyo Uspallata.




Uspallata mística


Cuando concurrimos, tuvimos el privilegio de asistir a la muestra temática "Uspallata Mística", donde artistas locales, exponían obras nacidas en la magia folclórica e histórica del valle.


"USPALLATA MÍSTICA" (2019)
 Exposición de APU - Artistas Plásticas de Uspallata

En una de las tres salas de exposición, habilitadas en los que fueran los antiguos dormitorios de la fundición, la plástica dialogaba con los poemas escritos en idioma Millcayac (huarpe), de los que cuales rescato, uno que cita al cacique huarpe Tabalque, uno de los grandes caciques que recibió a Pedro del Castillo, cuando fundó la ciudad de Mendoza:



      Cupetete                               Yo mismo

Cu petete tabalque             Yo mismo tabalque
Mau pastequiva yequen     ahora al amanecer
Hane gunuc yu nem           así como algarroba dulce
Mulguey a paltegue            por mis pasos camino.
Top meltequi                       Vivo vida eterna
Yequen zequech                  ¡así como ave
Yequen hacot                        así como estrella 
Alteta yemen epi amari      vengo otra vez!
Huanamina chotoyan        Por eso buen hombre cantar
Huanamina hunuc huar    cantar al dador de vida 
Huanamina chotoyan        Por eso buen hombre cantar
Huanamina hunuc huar    cantar al dador de vida

de: Claudia Herrerra, Comunidad Huarpe Guaytamari



Las pocas construcciones del s. XVIII que aún están en pie, más allá del rol protagónico que tuvieron en su momento, nos legaron una marcada identidad, del periodo colonial mendocino.


En todas estas historias, se alternan y repiten constantemente los mismos personajes: monarquía española, órdenes religiosas, sometimiento de los pueblos originarios y el saqueo de las tierras y riquezas de América.

 

Muchas vidas pasaron frente a sus puertas. Algunas se quedaron allí y otras, prosiguieron su destino de grandeza, como las del general José de San Martín o la columna Libertadora del Ejercito de Los Andes, al mando del general Las Heras.

 

Al igual que la Capilla de "El Plumerillo", el "Puente de Picheuta" y otras construcciones, se han construido sólidos relatos que las vinculan con la Gesta Libertadora, aunque la realidad es otra.

 

Lo que no se puede negar, es que todas ellas tienen una fuerte personalidad arquitectónica y un gran valor testimonial, cualidades que les garantizó el ingreso, a las páginas de la Historia Mendocina.





Se acercan las fiestas de fin de año y con ellas, ese momento tan especial, que nos congrega en torno a la mesa familiar.

Ideal para finalizar un año y comenzar el siguiente, con  mucha Paz, Amor y Esperanza en el corazón, y compartir
                  el pan de la Noche Buena, recordando que sólo el amor
                  verdadero, puede cambiar el mundo.

                   A todos los lectores y amigos que me han acompañado
                   durante este tiempo, les envío un fuerte abrazo les
                   deseo, ¡Felices Fiestas!

                                



Cómo llegar con Google Maps,
saliendo de Uspallata





[1] mita minera: sistema de trabajo forzado que aplicó la corona española, para reducir los costos en la minería de la plata. Se impuso durante el periodo colonial, a los indígenas del área andina y consistía en la realización obligatoria por parte de estos de determinadas tareas vinculadas a la actividad productiva como pago de tributos; era similar al "cuatequil" de Mesoamérica.





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