LEYENDA DEL CLAVEL DEL AIRE
La colonización o llegada de Hernán Cortés a Veracruz Mural de Diego Rivera (Palacio Nacional de la Ciudad de México) |
El escritor venezolano Ángel Rosenblat, "La población de América en 1492: viejos y nuevos cálculos" (1967), estima que la población no excedería a los 13,5 millones de aborígenes, con un margen de error + ó - 20%.
Por su parte el
antropólogo estadounidense Henry F. Dobyns, calcula que la disminución
demográfica fue dramática: e/ 95% de la población total de América, murió en
los 130 años subsiguientes, a la llegada de Colón.
La encomienda sería
paulatinamente reemplazada, por un sistema de esclavitud abierta, con esclavos
traídos principalmente de África.
Leyenda del clavel del aire
En esos años, no existía
el concepto de país y sólo se trataba de un vasto territorio sin divisiones ni
fronteras.
Hasta podía percibirse en
el aire, que había espacio suficiente para alojar a cuanto viajero quisiera
quedarse, sin embargo el silencio de la historia, comenzaba a ser cómplice de
otros intereses.
"Alfarera Huarpe", de Carlos Isola pintor argentino, acrílico sobre lienzo. |
Como todos los
originarios, había crecido en el valle y junto a sus hermanos, se dedicaba la
mayor parte del día al trabajo.
Alternaba su tiempo, entre
la alfarería, el cultivo de vegetales y las labores pastoriles, actividades que
le demandaban un esfuerzo extenuante.
Una hermosa mañana,
mientras regresaba a su casa cargando un atado de ramas secas, se topó
sorpresivamente con una columna del ejército realista, que salía del pueblo.
Pero hubo un oficial en
particular, al que se le despertó un inquietante brillo en los ojos, cuando vio
la figura de Shulca recortada en el camino.
Por lo que, tan pronto como el militar regresó de la misión, se dirigió al poblado para buscarla, haciendo todo tipo de preguntas y averiguaciones, sin obtener resultado alguno.
A la mañana siguiente,
volvió al sitio donde la había visto el día anterior y para mayor sorpresa, la
encontró recolectando hierbas y leñas.
De inmediato intentó entablar una conversación amable, ignorando los silencios y la actitud de la muchacha, que sólo buscaba poner distancia.
Ante las reiteradas
negativas al galanteo, el oficial herido en su orgullo, quiso poseerla por la
fuerza.
"Paisaje de Merlo", de la pintora argentina Mónica Marzaglia |
Con la agilidad propia de
un felino, Shulca se libró de los fuertes brazos que la aprisionaban y
comenzó a correr, hasta llegar al pie de un gran algarrobo.
Sin dudarlo, empujada por
la desesperación y el miedo, comenzó a encaramarse al árbol, intentando distanciarse del soldado, que furiosamente trepaba tras de ella.
El hombre, viendo que no
podría continuar por la fragilidad de las ramas, intentó convencerla,
pidiéndole amablemente que bajara, bajo promesa de no hacerle daño.
Como Shulca se negaba a
aceptar su palabra de caballero, el soldado empujado por un extraño
sentimiento, le arrojó una daga, que le dio certeramente en el pecho.
El cuerpo de la muchacha
se precipitó al vacío como un pájaro herido, arrastrando al oficial español,
que murió tras la caída.
Claveles del aire, en el tronco de un árbol. |
De las pocas gotas de sangre
que cayeron sobre el tronco del árbol, creció una planta con una bella flor. ¡Había nacido, el
clavel del aire!
Y desde aquel día, crece
en los lugares altos, buscando la luz de sol, alimentándose a través de las
hojas, con el aporte de las lluvias y el aire.
Sus raíces, se sujetan a
ramas, rocas y diversos objetos, sin dañarlos.
En sus sus flores de exquisitas fragancias, mora el alma de la indiecita, que llega hasta las manos de la mujer cuyana, cada vez que un hombre enamorado, le rinde homenaje.
La cabalgata de los
claveles
(San
Carlos)
La cabalgata de los claveles
(San
Carlos)
Este año, los festejos del “Día
de la Tradición” congregaron a una gran cantidad de jinetes (más de 600), finalizando con un encuentro familiar en el
seno del Desierto de Huayquearías.
Cabalgata de los claveles, San Carlos, MENDOZA |
Claveles mendocinos
Zamba
Claveles mendocinos
Zamba
De las sierras cuyanas son los claveles
más perfumados, ¿por qué será?
Unen con sus olores lazos de amores,
de enamorados, ¡qué bien está!
Clavel de amor... blanca flor,
¡Huija! laira, laraira...
Es la mujer cuyana quien se engalana
con los claveles hasta embriagar.
Mujer buena y divina, cuyana hermosa
¡Viva Mendoza!... ¿Por qué será
que lejos de mi tierra, quiero a su sierra
con sus claveles, hasta llorar...?
Clavel de amor... blanca flor,
¡Huija! laira, laraira...
Donde los mendocinos le cantan dianas
a mis paisanas, lirios en flor.
Ya ves, Mendoza amada, yo no te olvido,
suelo querido siempre serás,
del que esparciendo flores con sus claveles,
tus tradiciones cantando va.
Clavel y amor... blanca flor,
¡Huija! laira, laraira...
Al brindarles mi vida, curo la herida
que va sangrando en mi corazón.
Se aproxima el fin del año
y con él, la llegada de las fiestas que congregan a las familias,
envolviéndolas en un halo de amor.
Por tal motivo me despido
con un fuerte abrazo y el deseo de mucha paz, felicidad y prosperidad, en esta
Navidad y Año Nuevo.
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