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LEYENDA DE PACHAMAMA

"Pachamama vestida de color y vida"
Obra de Roberto Mamani Mamani
(tiza sobre papel de 70 x 50 cm)


"Pachamama"



Adaptación de una leyenda Inca: Enrique Guerrero.


Resulta difícil y hasta extraño imaginar, como puede ser la convivencia de dioses, con espíritus disímiles y desencontrados.


En los comienzos, dos hermanos moraban el cielo inca, Pachacámac[1] y Wakon[2]. El primero había creado la tierra, estableciendo un vínculo sagrado con ella, mientras que el segundo, contraponiéndose a la obra de su hermano, sembraba fuego y esparcía oscuridad.


"Pachama"
de Rosmery Mamani Ventura (óleo sobre tabla).

Un día de tantos, conocieron a una bella diosa, que no tardó en deslumbrarlos.


Pachamama[3], tal era su nombre, fue conquistada por Pachacámac y de la unión amorosa del dios del cielo y la madre tierra, nacieron los mellizos Willka[4], palabra quechua que significa "sagrados", uno varón y la otra mujer.


Wakon enardecido por la suerte de su hermano, comenzó a sembrar sombras, sequías, temblores y pestes, en los lugares más bellos del planeta, por lo que fue expulsado del janaqpacha[5] (cielo inca).


Pachacámac, viendo la devastación provocada por Wakon, descendió del cielo y mantuvo un feroz pelea con él, tras la cual comenzó a restaurar  todo lo destruido, devolviéndole el agua, la vida y los colores al suelo andino.


A partir de ese día, él y su familia, vivieron sobre la faz de la tierra como seres mortales, hasta que un día al desbarrancarse, cayó al río Lurín[6] y murió. Su cuerpo fue arrastrado por las aguas hasta el océano, donde se transformó en una pequeña isla.


Ignoraban que allí, moraba el cruel Wakon...

Las sombras, el frío y los fuertes vientos, no tardaron en ir ocupando cada rincón fértil del planeta. 


Pachamama ignorando el destino sufrido por Pachacámac, tomó a los hijos y salió en su búsqueda. Al pasar frente a la caverna de Wakonpahuain, decidió refugiarse en ella, ignorando que allí se le rendía culto y moraba el dios Wakon.



Este al verlos, transformó su aspecto en el de un anciano gentil y los invitó a que permanecieran allí, pidiéndole a los pequeños Willkas, que fueran a buscar agua a un pukio (manantial) cercano. Cuando se aseguró que los niños habían partido, intentó poseer por la fuerza a la mujer, más debido a la gran resistencia opuesta por Pachamama, la terminó matando, para luego devorar su cuerpo.


Cuando los niños regresaron, Wakon dormía profundamente y al notar la ausencia de su madre, salieron a buscarla por los alrededores. Estaban en eso, cuando el "huaychao"[7], ave de mal agüero, les advirtió del serio peligro que corrían allí, aconsejándoles que se alejaran de inmediato de la caverna de Wakonpahuain.


Tras andar un poco encontraron al pumaa amaru (serpiente) y al Kuntur (cóndor), que les dijeron lo mismo. Finalmente un añas [8] (zorrino), que estaba a la vera del camino, les contó la trágica muerte sufrida por su madre y les dio refugio en su cueva, advirtiéndoles del serio peligro que corrían si regresaban a la caverna.


Cuando Wakon despertó y no vio a los niños, salió en su busca. Se encontró con el puma, con amaru y luego el Kuntur y todos negaron haberlos visto. Luego halló al añas, quien mostrándose extrañamente solidaria, le aconsejó que subiera a lo alto de un cerro y desde allí los llamara. 


A Wakon le pareció una buena idea, por lo decidió escalar la montaña, más cuando estaba llegando a la cima, el Apus[9] del cerro quien se había puesto de acuerdo con el añas, hizo que las piedras comenzaron a fracturarse, ocasionándole una caída, que le provocó la muerte, vengando así la suerte corrida por Pachamama.


"Pacha kamaq"
talla de madera del "oráculo
de Pachacámac"
Los Willcas estuvieron un tiempo con ella, hasta que un día, decidieron continuar su camino. Una noche de tantas, se durmieron junto al sendero, mirando el cielo estrellado que florecía imponente frente a sus ojos. 


Al despertar la mañana siguiente, descubrieron que dos waskhas (cuerdas o sogas) pendían desde el cielo y llevados por la curiosidad, treparon por ellas hasta las alturas. Cuan grande sería su sorpresa al descubrir, que en la otra punta de las sogas, en el janaqpacha, los esperaba su padre Pachacámac.


Y fue a partir de ese día, que los Wilkas se convirtieron, ella en Killla, la Luna y él, en Inti, el Sol, para que visiten a diario a Pachamama, que desde entonces mora en la Cordillera Central de Los Andes, proveyendo el agua de sus cumbres y amparando la vida de los pueblos andinos, animales y plantas, que se desarrollan a sus veras.


En cuanto a los animales que ayudaron a los Willkas, fueron premiados por Pachacámac. Al puma lo convirtió en señor de las quebradas; al kuntur, lo designó  mensajero de los dioses; a amaru, la dotó del veneno para que se defienda; al añas, de cuevas seguras que la protejan de sus depredadores y al huaychao, le quitó el canto de mal agüero, para que sus  trinos sean los primeros que se escuchen, cuando nace el alba.





Por: Enrique Guerrero.




Tiempo de la Madre Tierra



Con la llegada de agosto, mes que en quechua se denomina "chakra yapuy killa" y que traducido al castellano significa; "Luna de labrar, remover o romper la tierra", comienzan los festejos a la Pachamama, deidad que en la cosmovisión andina representa a la madre tierra y todo el halo maravilloso y vital, que favorece la abundancia, la fertilidad y las buenas cosechas.


Durante agosto, mes en el que la tierra descansa, tras haber provisto todos los elementos necesarios para sostener la vida de los pueblos andinos a lo largo de un año, se desarrolla la ceremonia ancestral que reconoce en ella, el poder y la fuerza para sustentar la vida, en todas su diversidad de formas y maravillosas expresiones.


Agradeciendo a la madre tierra. 
Imagen de archivo, de Juan Lázaro (Colonia las Rosas, Tunuyán)

La "corpachada", palabra castellanizada que proviene de la expresión quechua "Qurpachay: alojar, hospedar", es la ceremonia que más trasciende de todo el festejo, realizado por comunidades aimaras y quechuas.


Agradeciendo a la madre tierra
Imagen: archivo de Juan Lázaro

Para ello, cavan un hoyo  en la tierra y se reúnen en torno a él, dando inicio a esta ceremonia que refuerza los vínculos y atestigua la relación armónica que existe entre el hombre andino y la madre tierra.


Se ofrendan regalos que van desde comidas preparadas especialmente para ese día, chicha (aguardiente de maíz) y vinos, hojas de coca, frutas, verduras y  tabaco. Se efectúan sahumadas con distintos yuyos, que cumplen la función de "limpiar", se baila, canta, lucen trajes típicos y se ejecuta música con instrumentos originarios.


Los festejos a la Pachamama, comienzan el primer día de agosto y se extienden a lo largo de todo el mes, hasta la llegada de septiembre, que en quechua se denomina "tarpuy killa" o "Luna de la siembra".





¿Nuestro Planeta tiene corazón?



¡Los latidos de nuestro planeta!


Todo parece indicar que sí, o al menos la ciencia en la década de los 60´s, descubrió que cada 26 segundos, la tierra emite un latido en forma de micro pulso o microsismo, que la recorre en su totalidad.


En un informe[10] elaborado por Nikolai Shapiro (Director Investigaciones Instituto de la Ciencia de la Tierra - Francia) y Mike Ritzwoller y Greg Bensen (Universidad de Colorado - USA), publicado el 26 de septiembre de 2006, se agregan datos y mediciones, a los ya registrados por el descubridor de estos pulsos, Jack Oliver, en 1962.


Cada 26 segundos, el planeta registra un pequeño sismo, que si bien no es lo suficientemente fuerte como para que lo percibamos, posee la amplitud necesaria, para que los sismógrafos sensibles lo registren.


Esquema de la onda Rayleigh

Cada 26 segundos se registra un sutil latido, que recorre el epitelio terrestre, en formas de ondas llamadas Rayleigh, llegando a su mayor amplitud, durante la estación invernal del hemisferio sur y disminuyendo la intensidad durante el verano.



Pasaron 60 años desde que Jack Oliver (Jefe del Departamento de Geología de Columbia), registrara el microsismo por primera vez y aún no se ha podido determinar la causa que los origina.  


Dice Mike Ritzwoller, justificándose, “Creo que el punto, es que hay fenómenos fundamentales muy interesantes en la tierra que se sabe que existen y permanecen en secreto”.  Seguramente dependerá de las futuras generaciones de estudiantes y científicos, descubrir el origen de estos grandes enigmas.


¡Cada 26 segundos, los sismógrafos sensibles perciben los latidos de la Tierra, o tal vez sea justo decir, del corazón de Pachamama!





¡Agosto mes de la Pachamama!





[1] Pachacámac: (quechua) Pacha kamaq, creador de la tierra. Pacha: Tierra, kamaq: creador.

[2] Wakon: posiblemente derive de wak'a (del quechua y aimara) (s.): Guaca. Dios tutelar masculino, del lugar que moran en piedras antropomorfas o de formas impresionantes.

[3] Pachamama: (quechua) Madre naturaleza. Pacha: mundo, tiempo, espacio, universo;  mama: madre, señora.

[4] Willka: (s.) (quechua) Dios menor en la teogonía incaica. (adj.) Sagrado. (aimara) Sol.

[5] janaqpacha: (s.) (quechua) janaq, jana: (adj.), alto. elevado, superior, arriba. || sitio elevado. Pacha: mundo, tiempo, universo. Cielo.

[6] Valle de Lurín: del quechua: urin (adj.) Inferior. Que está debajo o más bajo. Tierra baja.

[7] huaychao (agriornis montanus): conocido en nuestro país como "gaucho serrano". 

Es un ave que habita las zonas que van desde los 3.000 a 4.500 msnm. Antiguamente los arrieros relacionaban a su canto, con las desgracias y la mala suerte durante el viaje.

waychu: s. (quechua),  ave tiránica de color plomo pardusco que vive en tierras bastante altas.

[8] añas, añasku, añathuya: s. (quechua) zorrillo, zorrino, mofeta.

[9] apu: (adj.) supremo, altísimo, que no tiene otro superior

[10] Informe de Shapiro, Ritzwoller y Bensen: "Ubicación de la fuente del microsismo de 26 segundos de correlaciones cruzadas del ruido sísmico ambiental" http://ciei.colorado.edu/pubs/2006/3.pdf



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El Vampiro de Barriales

Plaza "Mercedes Tomasa de San Martín de Balcarce"
(Los Barriales)


¿Cuento de misterio, leyenda o mito?...


Por: Enrique Guerrero.


 Casi todas las historias, que con el paso de los años han ido pincelando nuestra vívida imaginación, tienen un origen incierto, se desarrollan en un lugar indeterminado y ocupan un espacio y un tiempo, que pocas veces se  puede precisar.

Esta en particular, a finales de agosto del presente año, cumple medio siglo de vida y nació como resultado de un suceso, que sumió a toda la localidad en la incertidumbre y el desconcierto, atrayendo las miradas de la prensa provincial, nacional y de la policía local.


Habían pasado tan sólo tres años desde que el hombre conquistara la Luna, a fines de julio del ´69 y flotaba en el aire, una sensación de optimismo y felicidad, que rayaba por momentos la omnipotencia, donde todos los caminos eran posibles, para un hombre que atravesaba decidido, la segunda mitad del siglo XX.


Fuera de los actores que la protagonizaron y la gente de los alrededores, la comunidad en general y la prensa del momento, la tomó con descreimiento e ironía. No había espacio en el periodismo, para criaturas mitológicas, seres híbridos o vampiros, sin embargo, cuando finalizaba el invierno del '72, ocurrió.



EL Vampiro de Barriales


leyenda rural

Adaptación: Enrique Guerrero.



Viñedos invernales.


Las mañanas invernales en Los Barriales, despiertan con casitas dispersas, chimeneas humeantes y surcos de tierra, donde reposa la helada, que pacientemente tejió la noche. El aclarar de a poco, destaca las formas retorcidas de los sarmientos, haciendo estallar los viñedos, en una sinfonía inconclusa de ocres, montañas y vino.


En el hogar, el aroma al café recién hecho, el mate cocido, la leche, las tortas con chicharrones y el pan casero cortado sobre la mesa, atestiguan el trajinar propio de la familia, que se va desperezando, para iniciar la jornada.


Finaliza agosto del '72 y un poblado de pocos habitantes, en su mayoría agricultores, ignora que está a un paso de protagonizar una historia, que trascenderá los límites de nuestra provincia.


Aquella mañana, como muchas otras, don Pancho se dirigía al chiquero para alimentar a los cerdos, cuando al pasar junto al gallinero, le llamó la atención el silencio, al que se habían llamado las aves y para mayor sorpresa, la puerta estaba entreabierta, siendo que él, ritualmente la aseguraba con unas vueltas de alambre.


Sin vacilar ingresó al mismo y cuán grande sería su asombro, al descubrir que todas sus gallinas estaban muertas y dispuestas en una circunferencia, que causaba espanto. Lentamente se acercó a las aves y una por una las fue empujando con la punta del pie, como queriendo despertarlas, pero el rigor mortis, le anunciaba que el sueño en el que estaban sumidas, ya no se los permitiría. 


Mientras se esforzaba en descifrar la escena de horror que presenciaba, las preguntas se agolpaban en su cabeza, sin que una sola respuesta, aportara un rayo de luz a lo sucedido. 


¿Por qué no escuchó ningún alboroto en el gallinero, siendo que las aves estaban siendo atacadas?, ¿De qué habían muerto, si no se observaban rastros de sangre?,  ¿y los perros, extremadamente guardianes por naturaleza, por qué no delataron con sus ladridos, la presencia de un extraño en la propiedad?...


Estaba en esas cavilaciones, cuando advirtió las marcas dejadas por unos pinchazos, en el cogote de los pollos, los que a pesar de su gran tamaño, pesaban muy poco, como si se los hubiera desangrado...

Alarmado, con furia y tristeza, corrió a contarle a su mujer l0 sucedido. Ella permaneció por un rato en silencio, haciendo muecas de no entender lo que oía, por más que Pancho se esforzaba en darle los detalles del caso. Estaba claro por las marcas en el cogote de las aves, que el responsable había sido un animal, aunque la disposición geométrica y hasta casi ritual, en la que habían sido dispuestas, planteaba serios interrogantes.

Como suele suceder en los pequeños poblados, las noticias no demoran en difundirse, por lo que al rayar el mediodía, no había quién, no hablara de los pollos de don Pancho, formulando todo tipo de conjeturas, teorías y sospechas.



Los días que le sucedieron, se vieron desbordados de episodios similares. Como si la matanza de animales fuera una plaga, se fue extendiendo entre las conejeras y corrales de los alrededores, valiéndose de la complicidad de la noche.
Las noches siguientes, serían inimaginables...

Tan pronto oscurecía, las pocas calles del pueblo quedaban desiertas y la gente se guardaba en sus casas, temiendo lo peor. 

Las puertas y ventanas, se cerraban y trababan de una en una, y las familias más devotas, se congregaban en un rincón de la casa, para orar y pedir la protección de Dios.

Las principales sospechas recaían sobre un vampiro, por la ausencia de sangre en las víctimas y las menos, en el hombre lobo, esta última, quizás influenciada por el personaje de un radioteatro, que Radio Libertador ponía en el aire al mediodía, "Nazareno Cruz y el lobo", con la compañía teatral de Ubriaco Falcón. Demás está decir, que esa remota posibilidad, dejó un tendal de perros muertos, particularmente los de color negro, que eran baleados cuando merodeaban por las casas, buscando algo que comer.

Algunos vecinos haciendo alarde de un coraje poco usual, se convocaban cuando oscurecía y munidos de escopetas, azadones, faroles de querosene y linternas, patrullaban los posibles nidos que tendría el vampiro, recorrido que incluía principalmente el cementerio de Barriales, lugar donde se resguardaría durante el día y los densos pajonales de los alrededores.

Pero estas movidas no intimidaban a la extraña criatura, que a la noche siguiente iba por más sangre. Y así, una mañana un vecino encontró varias decenas de conejos muertos, la siguiente, otro denunció que sus pollos y un cordero habían sido desangrados hasta morir y la gente de los pueblos vecinos, que hasta ese momento eran mudos testigos de las historias de Los Barriales, comenzaron a protagonizar las propias.

En el destacamento policial, la gente se agolpaba en largas filas, para radicar denuncias, prestar testimonios de extraños sucesos  y manifestar el descontento generalizado que imperaba. Por lo que el comisario viendo el estado de alarma que cundía y sabiendo que había gente armada en las calles, ordenó sin demora un rastrillaje, del que participaron policías, vecinos y perros sabuesos, por la zona conocida como "el pantano",  unos pastizales que lindaban con los fondos del cementerio. 

Como es de suponer, no se obtuvieron resultados positivos y los hechos continuaron afectando de manera desordenada, a vecinos de Isla Grande, Palmira y Rodríguez Peña


Los meses de septiembre, octubre y noviembre del '72, marcaron tiempos difíciles y de mucha tensión, hasta que una mañana, sin que nadie supiera cómo, el vampiro tan misteriosamente como había llegado, desapareció...




La cobertura periodística


Cuando la noticia tomó estado público, los medios periodísticos y radiales, le dieron una cobertura sensacionalista, que no se esmeraba en ocultar el escepticismo, que provocaba la aparición de un vampiro en pleno siglo XX.


El diario mendocino "El Andino", en su edición vespertina del 02 de octubre de 1972, publicó en sus páginas, un artículo que llevaba por título "Identi-kit del Vampi". Fue realizado por un equipo técnico, que más allá de colaborar con el caso, planteaba con ironía la misteriosa noticia, que afectaba a toda una comunidad, en desmedro de los barrealinos, que se sentían objeto de la burla, "de los de la ciudad".


"Identikit" de Diario "El Andino"

De los testimonios que por separado brindaron las víctimas, se pudo saber que tenía colmillos largos, trompa de oso hormiguero, alas y patas de vampiro, cuerpo grande y cola de zorro de color colorado (por unos pelos hallados en un gallinero) y una panza prominente, que servía para alojar la sangre, de todos los animales que atacaba durante la noche.


Demás está decir, que ese y otros artículos publicados por el vespertino, reflejaban la poca seriedad con que se abordaba el tema, con titulares tales como: "El vampi faltó a la cita", "El reposo del Vampi", "El Vampi volvió a las andadas", etc.


¿VERDAD, MENTIRA, MAGIA... QUIÉN PUEDE SABERLO?

 

Los Barriales Mendoza, a 45 kilómetros de la ciudad. Tres mil almas. Trabajo y silencio. De pronto, cada día, aparecen animales muertos. Alguien o algo, los mata y los desangra. Hoy hay piquetes, armas, batidas, mucho miedo y una leyenda, empieza a ser escrita.

 

REVISTA GENTE: 12 de octubre de 1972.


"La leyenda que venció el tiempo" (Los Andes)

Por su parte el Diario "Los Andes", en vecinos / edición impresa, del 19 de enero de 2013, con el titular "El vampiro de Barriales, la leyenda que venció el tiempo", realiza una cronología pormenorizada de los hechos, que sucedieron al cumplirse los 40 años,  de un suceso que atemorizó a toda una comunidad.


"EL BODEGUERO VAMPIRO" Y 

"EL VAMPIRO DE BARRIALES (OTRA VERSIÓN)" 


Ilustración del relato de la Sra. Juana Arboit

Bajo estos títulos, la "Revista Junín", publica en su apartado leyendas, dos historias del Vampiro de Barriales, la primera  firmada por Lautaro Godoy/1°3° y el segundo relato, dando testimonios personales y de vecinos, la Sra Juana de Arboit.

REVISTA JUNÍN: Volumen 1, N°1, AÑO 2015.


Demás está decir que la noticia ocupó los titulares, de los principales diarios nacionales y provinciales, tales como, "La Nación", "La Razón", "Crónica", "Los Andes", "Mendoza", "El Andino"  y posteriormente diario "Uno" , ocupando un capítulo en el libro "Mitos y leyendas del vino argentino", de Natalia Páez.




Me gustaría saber que piensan ustedes de la historia y del rol que jugaron los medios de comunicación. 


¿Fue un relato de misterio, una leyenda de terror o es simplemente un mito?...  Claro está, que tanto sea lo uno como lo otro, nadie puede asegurar que el vampiro, no volverá un día de estos a "Los Barriales".




Con esa reflexión final, me despido de todos ustedes, con el deseo de que la vida nos brinde, buenos senderos para andar.




Para finalizar, los invito a deleitarse con un simpático "gatito cuyano", compuesto por el apreciado amigo, compañero de senderos y músico, Diego "Gucho" Guiñazú, quien como no podía ser de otra manera, es "corajudo" , barrealino y cantor.



"El Vampiro" (gato cuyano).                        
Letra y música: Diego "Gucho" Guiñazú.    
Arreglos: Mauricio Montaño.                  

      
                     


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* La leyenda del Futre.


EL POZO DE LAS ÁNIMAS - leyenda mendocina

El Pozo de las Ánimas, Los Molles, Malargüe


LEYENDA DEL POZO DE LAS ÁNIMAS


Adaptación: Enrique Guerrero


Los pehuenches[1], eran en apariencia similar a los huarpes, hasta podía decirse que a simple vista, resultaba difícil distinguir a unos de otros, ya que como aquellos, eran altos, delgados y de tez oscura; está claro que los hábitos y costumbres, marcaban claramente las grandes  diferencias que los distanciaban.


Hablaban el chedungun, una variante del araucano, eran cazadores y recolectores, y basaban su alimentación en el consumo del pehuén, piñón de la araucaria, de ahí que se los conociera como "la gente de la araucaria”.


De costumbres nómades, cruzaban la cordillera por pasos que sólo ellos conocían e iban desde su asiento natural, en el centro y sur de Chile, hasta Neuquén, en dónde se establecieron y desde dónde con los años, se expandirían al sur mendocino.


"Los pinales de Nahuelbuta"
Atlas de Chile (1854), de Claudio Gay Mouret (1800 - 1873)

Un reducido grupo de familias, se afincó en la zona de Malargüe[2],  sobre las  márgenes del Chadileo o Chadileufu[3],  en cercanías a lahuen-co[4], nombre dado a las aguas termales del lugar.


Vivían de la caza de ñandúes y guanacos, y de la cría de caballos y ganado caprino.




Una noche, mientras estaban reunidos alrededor de una gran fogata alimentada con leña de molle[5], sintieron el galope desenfrenado de un malón, que provenía del oeste.

"Familia pehuenche" (1840)
Dibujo de Johann Moritz Rugendas (1802-1858)
Como tantas veces, los araucanos regresaban con la intención de darle muerte a sus hombres, llevar cautiva a las mujeres y niños, y robarles el ganado.

Por prudencia más que por temor, ágilmente se incorporaron y salieron en busca de un lugar seguro donde resguardarse.


El estremecedor sonido de los gritos y el retumbar de los cascos de las cabalgaduras, presagiaban un trágico final.

Cuando sus energías se hubieron agotado y estaban prontos a rendirse, se produjo un gran silencio. El galope de los caballos enemigos cesó y los gritos se apagaron.

Asombrados y atemorizados, se guarecieron tras una gran roca, hasta que el alba disipó las sombras de la noche.



Cuán grande sería su sorpresa, al salir del improvisado refugio y ver que el valle estaba desierto y sus captores habían desaparecido. 

Animados regresaban a la toldería, cuando gritos y quejidos, que provenían de un lugar indeterminado, llamaron su atención. 

Tras andar un poco más, advirtieron que se originaban en un pozo profundo y de gran tamaño, con el fondo cubierto de agua, que se había abierto bajo los pies de los jinetes, tragándolos. Ngenechen, el dios protector había acudido en su auxilio, poniéndolos a salvo.

Desde ese entonces y cada tanto, en las noches sin luna se escuchan lamentos. Algunos dicen que es el viento que vaga entre las piedras y otros, que son las ánimas de los araucanos, que aún luchan por escapar del pozo.

Por tal motivo, a esas dos grandes cavidades, los lugareños las llaman "Pozo de las Ánimas", en tanto los pehuenches, lo bautizaron como trolopeco[6], voz araucana que significa, "agua que se abre paso".




EL POZO DE LAS ÁNIMAS


Se encuentra ubicado a pocos metros de la RP 222, a 7 km al oeste de Los Molles y a 12,5 km antes de llegar al Centro de Esquí "Las Leñas", en el Departamento de Malargüe.


Pozo de las Ánimas
Los Molles - Malargüe

Latitud: S35 11.373
Longitud: W70 00.109
Altura: 2014 m s.n.m.

Estas bellas y curiosas formaciones geológicas, que le han dado nacimiento a la leyenda, reciben el nombre de "dolinas", palabra de origen esloveno, que significa valle o depresión, las que en este caso, están formadas por dos cavidades, divididas entre sí, por una frágil pared.


Deben su origen, a la disolución de los depósitos subterráneos de rocas, tales como el yeso, la caliza y otros minerales solubles al agua, que por efecto de las filtraciones pluviales o la acción de las capas freáticas, forman cavernas, las que al derrumbarse su techo, provocan el hundimiento del terreno, dando  nacimiento a grandes depresiones de forma cónica.


"Pozo de las ánimas"

La formación consta de dos cavidades. La mayor aún continúa el ciclo de crecimiento, situación que se advierte, al ver como su perímetro se ha extendido hasta el alambrado perimetral y sobre sus paredes no asoma vegetación, debido a los constantes derrumbes. Es el que se conoce como "de las ánimas".


"Pozo de las animitas"

El otro, el más pequeño, con arbustos en sus paredes, que indican que el proceso de desmoronamiento se ha detenido, es  cariñosamente llamado por los guías turísticos y la gente local: "de las animitas".

El diámetro del pozo mayor es de algo más de 200 m, la altura hasta la superficie del agua es de aproximadamente 80 m y  la profundidad del espejo de agua varía, según lo evidencian las marcas en las paredes, pero se estima que es de 20 m o más.




Para finalizar, me despido con un abrazo cordial y el deseo, que la vida siempre nos brinde buenos senderos para andar.



[1] pehuenche: (voz araucana) pehuén: araucaria, che: gente. "Gente de la Araucaria".

[2] Malargüe: (voz araucana) de Malalhuemalal: corral, hue: lugar. "Zona de corrales".

[3] Chadileo o Chadileufu: (voz araucana) chadi: sal, leufu: río. "Rio Salado".

[4] lahuen-co: (voz araucana) lahuen: milagro, co: agua. "Agua milagrosa".

[5] molle: arbusto espinoso que le da el nombre a la localidad de Los Molles, Muy preciado por la excelente leña que produce. La abundancia de estos arbusto en la zona, le da el nombre al cercano Valle de Las Leñas. Usos medicinales: Balsámico, antirreumático, bronquial, antihistérico, galactogogo, oftálmico, purgante, vulnerario, antiartrítico.

[6] trolopeco: (voz araucana) trolope: que se abre paso, (Toponimia Araucana, del mayor Juan D. Perón), co: agua. "Agua que se abre paso"

Aunque la mayoría lo traduce como "agua del gritadero de las almas", palabras que no concuerdan, cuando son llevadas al araucano.


Si deseas saber más, sobre este apasionante rincón malargüino, te invito a que leas la transcripción del artículo "El Pozo de las Ánimas: la maravilla geológica que dio origen a una trágica y espeluznante leyenda" de Fernando G. Toledo, publicada por Diario Los Andes, el 20 de mayo de 2023. Lo hallarás aquí.



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