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El Vampiro de Barriales

Plaza "Mercedes Tomasa de San Martín de Balcarce"
(Los Barriales)


¿Cuento de misterio, leyenda o mito?...


Por: Enrique Guerrero.


 Casi todas las historias, que con el paso de los años han ido pincelando nuestra vívida imaginación, tienen un origen incierto, se desarrollan en un lugar indeterminado y ocupan un espacio y un tiempo, que pocas veces se  puede precisar.

Esta en particular, a finales de agosto del presente año, cumple medio siglo de vida y nació como resultado de un suceso, que sumió a toda la localidad en la incertidumbre y el desconcierto, atrayendo las miradas de la prensa provincial, nacional y de la policía local.


Habían pasado tan sólo tres años desde que el hombre conquistara la Luna, a fines de julio del ´69 y flotaba en el aire, una sensación de optimismo y felicidad, que rayaba por momentos la omnipotencia, donde todos los caminos eran posibles, para un hombre que atravesaba decidido, la segunda mitad del siglo XX.


Fuera de los actores que la protagonizaron y la gente de los alrededores, la comunidad en general y la prensa del momento, la tomó con descreimiento e ironía. No había espacio en el periodismo, para criaturas mitológicas, seres híbridos o vampiros, sin embargo, cuando finalizaba el invierno del '72, ocurrió.



EL Vampiro de Barriales


leyenda rural

Adaptación: Enrique Guerrero.



Viñedos invernales.


Las mañanas invernales en Los Barriales, despiertan con casitas dispersas, chimeneas humeantes y surcos de tierra, donde reposa la helada, que pacientemente tejió la noche. El aclarar de a poco, destaca las formas retorcidas de los sarmientos, haciendo estallar los viñedos, en una sinfonía inconclusa de ocres, montañas y vino.


En el hogar, el aroma al café recién hecho, el mate cocido, la leche, las tortas con chicharrones y el pan casero cortado sobre la mesa, atestiguan el trajinar propio de la familia, que se va desperezando, para iniciar la jornada.


Finaliza agosto del '72 y un poblado de pocos habitantes, en su mayoría agricultores, ignora que está a un paso de protagonizar una historia, que trascenderá los límites de nuestra provincia.


Aquella mañana, como muchas otras, don Pancho se dirigía al chiquero para alimentar a los cerdos, cuando al pasar junto al gallinero, le llamó la atención el silencio, al que se habían llamado las aves y para mayor sorpresa, la puerta estaba entreabierta, siendo que él, ritualmente la aseguraba con unas vueltas de alambre.


Sin vacilar ingresó al mismo y cuán grande sería su asombro, al descubrir que todas sus gallinas estaban muertas y dispuestas en una circunferencia, que causaba espanto. Lentamente se acercó a las aves y una por una las fue empujando con la punta del pie, como queriendo despertarlas, pero el rigor mortis, le anunciaba que el sueño en el que estaban sumidas, ya no se los permitiría. 


Mientras se esforzaba en descifrar la escena de horror que presenciaba, las preguntas se agolpaban en su cabeza, sin que una sola respuesta, aportara un rayo de luz a lo sucedido. 


¿Por qué no escuchó ningún alboroto en el gallinero, siendo que las aves estaban siendo atacadas?, ¿De qué habían muerto, si no se observaban rastros de sangre?,  ¿y los perros, extremadamente guardianes por naturaleza, por qué no delataron con sus ladridos, la presencia de un extraño en la propiedad?...


Estaba en esas cavilaciones, cuando advirtió las marcas dejadas por unos pinchazos, en el cogote de los pollos, los que a pesar de su gran tamaño, pesaban muy poco, como si se los hubiera desangrado...

Alarmado, con furia y tristeza, corrió a contarle a su mujer l0 sucedido. Ella permaneció por un rato en silencio, haciendo muecas de no entender lo que oía, por más que Pancho se esforzaba en darle los detalles del caso. Estaba claro por las marcas en el cogote de las aves, que el responsable había sido un animal, aunque la disposición geométrica y hasta casi ritual, en la que habían sido dispuestas, planteaba serios interrogantes.

Como suele suceder en los pequeños poblados, las noticias no demoran en difundirse, por lo que al rayar el mediodía, no había quién, no hablara de los pollos de don Pancho, formulando todo tipo de conjeturas, teorías y sospechas.



Los días que le sucedieron, se vieron desbordados de episodios similares. Como si la matanza de animales fuera una plaga, se fue extendiendo entre las conejeras y corrales de los alrededores, valiéndose de la complicidad de la noche.
Las noches siguientes, serían inimaginables...

Tan pronto oscurecía, las pocas calles del pueblo quedaban desiertas y la gente se guardaba en sus casas, temiendo lo peor. 

Las puertas y ventanas, se cerraban y trababan de una en una, y las familias más devotas, se congregaban en un rincón de la casa, para orar y pedir la protección de Dios.

Las principales sospechas recaían sobre un vampiro, por la ausencia de sangre en las víctimas y las menos, en el hombre lobo, esta última, quizás influenciada por el personaje de un radioteatro, que Radio Libertador ponía en el aire al mediodía, "Nazareno Cruz y el lobo", con la compañía teatral de Ubriaco Falcón. Demás está decir, que esa remota posibilidad, dejó un tendal de perros muertos, particularmente los de color negro, que eran baleados cuando merodeaban por las casas, buscando algo que comer.

Algunos vecinos haciendo alarde de un coraje poco usual, se convocaban cuando oscurecía y munidos de escopetas, azadones, faroles de querosene y linternas, patrullaban los posibles nidos que tendría el vampiro, recorrido que incluía principalmente el cementerio de Barriales, lugar donde se resguardaría durante el día y los densos pajonales de los alrededores.

Pero estas movidas no intimidaban a la extraña criatura, que a la noche siguiente iba por más sangre. Y así, una mañana un vecino encontró varias decenas de conejos muertos, la siguiente, otro denunció que sus pollos y un cordero habían sido desangrados hasta morir y la gente de los pueblos vecinos, que hasta ese momento eran mudos testigos de las historias de Los Barriales, comenzaron a protagonizar las propias.

En el destacamento policial, la gente se agolpaba en largas filas, para radicar denuncias, prestar testimonios de extraños sucesos  y manifestar el descontento generalizado que imperaba. Por lo que el comisario viendo el estado de alarma que cundía y sabiendo que había gente armada en las calles, ordenó sin demora un rastrillaje, del que participaron policías, vecinos y perros sabuesos, por la zona conocida como "el pantano",  unos pastizales que lindaban con los fondos del cementerio. 

Como es de suponer, no se obtuvieron resultados positivos y los hechos continuaron afectando de manera desordenada, a vecinos de Isla Grande, Palmira y Rodríguez Peña


Los meses de septiembre, octubre y noviembre del '72, marcaron tiempos difíciles y de mucha tensión, hasta que una mañana, sin que nadie supiera cómo, el vampiro tan misteriosamente como había llegado, desapareció...




La cobertura periodística


Cuando la noticia tomó estado público, los medios periodísticos y radiales, le dieron una cobertura sensacionalista, que no se esmeraba en ocultar el escepticismo, que provocaba la aparición de un vampiro en pleno siglo XX.


El diario mendocino "El Andino", en su edición vespertina del 02 de octubre de 1972, publicó en sus páginas, un artículo que llevaba por título "Identi-kit del Vampi". Fue realizado por un equipo técnico, que más allá de colaborar con el caso, planteaba con ironía la misteriosa noticia, que afectaba a toda una comunidad, en desmedro de los barrealinos, que se sentían objeto de la burla, "de los de la ciudad".


"Identikit" de Diario "El Andino"

De los testimonios que por separado brindaron las víctimas, se pudo saber que tenía colmillos largos, trompa de oso hormiguero, alas y patas de vampiro, cuerpo grande y cola de zorro de color colorado (por unos pelos hallados en un gallinero) y una panza prominente, que servía para alojar la sangre, de todos los animales que atacaba durante la noche.


Demás está decir, que ese y otros artículos publicados por el vespertino, reflejaban la poca seriedad con que se abordaba el tema, con titulares tales como: "El vampi faltó a la cita", "El reposo del Vampi", "El Vampi volvió a las andadas", etc.


¿VERDAD, MENTIRA, MAGIA... QUIÉN PUEDE SABERLO?

 

Los Barriales Mendoza, a 45 kilómetros de la ciudad. Tres mil almas. Trabajo y silencio. De pronto, cada día, aparecen animales muertos. Alguien o algo, los mata y los desangra. Hoy hay piquetes, armas, batidas, mucho miedo y una leyenda, empieza a ser escrita.

 

REVISTA GENTE: 12 de octubre de 1972.


"La leyenda que venció el tiempo" (Los Andes)

Por su parte el Diario "Los Andes", en vecinos / edición impresa, del 19 de enero de 2013, con el titular "El vampiro de Barriales, la leyenda que venció el tiempo", realiza una cronología pormenorizada de los hechos, que sucedieron al cumplirse los 40 años,  de un suceso que atemorizó a toda una comunidad.


"EL BODEGUERO VAMPIRO" Y 

"EL VAMPIRO DE BARRIALES (OTRA VERSIÓN)" 


Ilustración del relato de la Sra. Juana Arboit

Bajo estos títulos, la "Revista Junín", publica en su apartado leyendas, dos historias del Vampiro de Barriales, la primera  firmada por Lautaro Godoy/1°3° y el segundo relato, dando testimonios personales y de vecinos, la Sra Juana de Arboit.

REVISTA JUNÍN: Volumen 1, N°1, AÑO 2015.


Demás está decir que la noticia ocupó los titulares, de los principales diarios nacionales y provinciales, tales como, "La Nación", "La Razón", "Crónica", "Los Andes", "Mendoza", "El Andino"  y posteriormente diario "Uno" , ocupando un capítulo en el libro "Mitos y leyendas del vino argentino", de Natalia Páez.




Me gustaría saber que piensan ustedes de la historia y del rol que jugaron los medios de comunicación. 


¿Fue un relato de misterio, una leyenda de terror o es simplemente un mito?...  Claro está, que tanto sea lo uno como lo otro, nadie puede asegurar que el vampiro, no volverá un día de estos a "Los Barriales".




Con esa reflexión final, me despido de todos ustedes, con el deseo de que la vida nos brinde, buenos senderos para andar.




Para finalizar, los invito a deleitarse con un simpático "gatito cuyano", compuesto por el apreciado amigo, compañero de senderos y músico, Diego "Gucho" Guiñazú, quien como no podía ser de otra manera, es "corajudo" , barrealino y cantor.



"El Vampiro" (gato cuyano).                        
Letra y música: Diego "Gucho" Guiñazú.    
Arreglos: Mauricio Montaño.                  

      
                     


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* La leyenda del Futre.


HUMEDAL ARROYO CLARO

"IXTLÁN" Eco-Hostal
(vivienda ecológica)


TIPO DE SENDERISMO: Eco senderismo.


SENDERO MIXTO:  rural, histórico y de humedal.


RECORRIDO: Los Barriales (Junín), San Roque (Maipú) y Palmira (San Martín).


DIFICULTAD: Moderada.


RECORRIDO TOTAL: 8,9 km (4,9, de senderismo rural, 840 m, histórico y 3,2 km, de humedal).


El recorrido es lineal, con distintos puntos de partida y llegada.


 

Hay señal de telefonía celular en todo el recorrido.




EQUIPO NECESARIO:

Mochila pequeña, equipo de hidratación (no hay agua en todo el sendero), comida de marcha (sanguches o frutas), zapatillas de senderismo, ropa cómoda, gorro, protector solar, repelente de insectos, lentes ahumados con protección UV y máquina fotográfica (obligado).


por: Enrique Guerrero

La RP 60, despertó el domingo con la concurrencia de ciclistas, automovilistas, agricultores y peatones, entre los que se encontraban nuestros amigos, Amalia y Jorge, con un reducido grupo de senderistas, dispuestos a disfrutar de una jornada, por el humedal Arroyo Claro.


El Humedal Arroyo Claro, está ubicado en el distrito Los Barriales (Junín). Limita al noroeste, con el distrito de Palmira (San Martín) y al oeste, con el distrito de San Roque y Barrancas (Maipú).


Nos agrupamos en calle La Rivera, de Los Barriales, donde un cartel circular con la inscripción IXTLÁN, Eco-Hostal, nos daba la bienvenida al lugar. El nombre me trajo reminiscencias del "flaco" Spinetta y su no tan popular canción de los 80s.

 
Juan Pablo Herrera y Marianela Porro.

Allí nos aguardaban, "Juanpi" y Marianela, con una carretilla cargada de árboles, tutores, una pala y agua.

 

La idea era dar comienzo a la actividad, luego de plantar árboles nativos, tales como aguaribayes, algarrobos y chañares entre otros.

Los mismos, son cultivados en el Vivero Flora Nativa - Humedal Arroyo Claro, que funciona en el lugar, dentro de un ambicioso proyecto de forestación.


Participan de él, quienes deseen sumarse, para lo que se realiza un taller de: propagación de plantas nativas e identificación de las semillas, que finaliza con una siembra colectiva.


Los árboles nacidos dentro del proyecto, se plantarán en el Arroyo Claro, durante agosto 2021.  




¡Un humedal seco!


La salida de senderismo, se desarrollaría sobre un humedal seco, definición por demás confusa, que encuentra una explicación posible, si se considera que intervino la mano del hombre.


El arroyo, históricamente se alimentaba con las aguas del río Tunuyán, además de actuar como un colector pluvial, durante el periodo de lluvias estivales. Tal situación, le dio nacimiento a un bello humedal, en su desembocadura.


Con la construcción del Dique El Carrizal, a finales de 1960 y principios del 70, el agua del Tunuyán se destinó al riego canalizado y a la generación de electricidad, cortándose el aporte que históricamente le hacía al arroyo, no obstante, la función que cumplía como colector pluvial, siguió sosteniendo la vida de este importante ecosistema.


Comentaron que, producto de las intensas precipitaciones ocurridas entre el 2013/14, las crecidas perjudicaron a los agricultores establecidos a sus veras, motivo por el cual, se profundizó el lecho del arroyo, para impedir la inundación de la zona, forzando el desagüe del arroyo, al viejo cauce del río Mendoza.


Tal situación actuó como un drenaje, que afectó directamente al humedal, deparándole a partir de entonces, el extraño destino, que tienen los "humedales secos"...


Basura recientemente arrojada, junto a la RP 60.

Disminución de la fauna y flora propia de este tipo de ecosistema, a lo que se le suma, la contaminación y daño, ocasionado por la gente.


Se puede observar como la basura arrojada por vecinos desaprensivos, crea focos de contaminación y  polución del aire por el quemado.


Además de los daños colaterales, tales como, desaparición del humedal, propagación de roedores, que destruyen los pocos nidos de las aves acuáticas del lugar y la perdida de una importante reserva natural de agua.



Cuando los humedales se encuentran situados sobre sedimentos o rocas permeables, el agua que retienen se filtra a través del suelo y recarga los acuíferos (depósitos subterráneos de agua).







HumedaArroyo Claro
 

(Los Barriales - Junín)



Los humedales se forman con la acumulación del agua, en áreas de poco drenaje. Este particularmente, tuvo su nacimiento en la desembocadura del arroyo Claro, del cual toma su nombre.


Arroyo Claro
(visto desde el puente, de la RP 60)

La subcuenca hidrográfica arroyo Claro, pertenece a la cuenca del río Tunuyán inferior, del que históricamente se alimentaba, dándole sentido a la definición de arroyo: corriente de agua que fluye con continuidad y que a diferencia de un río, tiene mucho menos caudal.


Con la construcción del dique El Carrizal y la interrupción del curso del río, se convirtió en un colector pluvial, alimentándose sólo con el agua de las lluvias, hasta qué...


Grupo participante del evento Arroyo Claro

Luego del compromiso de todos los presentes, de sumarnos a la protección del humedal, entre los que se encontraban el Intendente de Junín, Sr. Héctor Ruiz y autoridades de Maipú, comenzamos la labor de forestación.


Anto y su compañera, plantando un aguaribay.

Interpretando esa necesidad de mimos que tiene el ecosistema, sobre la margen oeste del arroyo, en un espacio usado como basural y recientemente despejado por el municipio, plantamos árboles autóctonos, que en un futuro proveerán de hogar a las aves y reparo a los visitantes.



El saludo de un pelotón de ciclistas.

Es domingo, hay sol y la gente, sale a disfrutar el día con una felicidad que contagia.


Los saludos y los "like" de los automovilistas, ciclistas y peatones, nos alentaron mientras caminábamos por una calzada ancha y libre de residuos.


Las lluvias, el desborde de arroyos, ríos lagos y el agua subterránea, que en ocasiones emerge a la superficie, son las fuentes que abastecen princilpalmente de agua, a los humedales localizados en zonas como la nuestra.




Recorrido del sendero, Arroyo Claro
(07 de febrero de 2021)

Luego de una marcha de 1,5 Km, por la RP 60, llegamos a la Calle La Costa, límite con el departamento de Maipú, por dónde se iniciaría el tramo rural de la caminata.



Calle La Costa, donde el Carril Isla, "topa" (termina).
Caminamos por la Isla Grande, un espacio que limita al oeste con el río Mendoza y al este, con el arroyo Claro, motivo por el cual, los nombres de las calles están asociados a este ambiente: La Rivera, La Costa, Carril[1] Isla, etc.


Hacia el oeste, se ven asientos agrícolas y hacia el este, lo que va quedando del humedal...

 

"Barba De Chivo" 
(Caesalpinia Gilliesii)
La naturaleza exhibe un esplendor que cautiva.


Las copiosas lluvias del verano, despertaron los caprichos del verde, que en total complicidad con el calor de la mañana, provocan el estallido de capullos multicolores, que salpican con gracia el paisaje que nos rodea.



Los humedales retienen y almacenan agua, que se encuentra  disponible para el consumo humano, producción y sostenimiento de la vida silvestre.


Nuestra marcha por el "callejón" de tierra, cada tanto es sorprendida por el saludo de algún vecino que pasa en su bicicleta o moto, o por un espacio despejado, que desnuda la composición serena del horizonte.


Una ventana, al humedal Arroyo Claro


Luego de andar los primeros 4,9 km por la calle La Costa, con dirección NNE, finaliza la etapa de senderismo rural, dando comienzo, a la histórica.




Carril de Carretas


Un callejón de suelo arcilloso, que parte con dirección SSE, atesora con sus cicatrices y silencios, un pasado protagónico.


Es la continuación de la calle Remedios de Escalada, que nace en la Plaza Mercedes Tomasa de San Martín Balcarce, en el centro de Los Barriales.


Fue parte del Camino Real del Oeste o de la Travesía y por este tramo transitaban arrias, carros y jinetes, que se desplazaban entre Los Corrales Negros (a 700 m aprox.) y la Posta de Rodeo del Medio (Maipú), cruzando por "La Isla"[2].


Es muy probable que en 1814, cuando el entonces coronel, José de San Martín, concurría para asumir el cargo de Gobernador Intendente de Cuyo, pasara por este lugar.


Puente Blanco, sobre el arroyo Claro.

Luego de andar casi 900 m, llegamos al Puente Blanco, sobre el arroyo Claro.


Nos sentamos por unos momentos, bajo la sombra tacaña de un gran cañaveral, con el objeto de hidratarnos, recuperar energías e intercambiar opiniones.




Las cañas comunes o de "Castilla", forman grandes colonias a lo largo de cursos de agua o en sitios húmedos, por lo que este cañaveral, anunciaba con su presencia, los cambios que encontraríamos en el sendero que estaba a punto de comenzar.


Por el sendero...
 (Ever, bombero voluntario y ornitólogo, cierra la marcha).

La senda es muy cerrada y combina una gran diversidad de plantas de monte y humedal. En él conviven con naturalidad, cañas, cortaderas, jarillas, jume, pájaro bobo, pichanillas, retortuños, zampa, etc.


Va bordeando la margen este del arroyo y al ser tan angosto, sólo permite el paso de una persona a la vez, lo que nos obliga a desplazarnos en fila india.


Una tregua, al calor del mediodía.

El calor del día, sumado a la humedad del ambiente y la poca circulación de aire, debido a la espesura y altura de las matas, hacen que la marcha se torne bastante pesada, en gran parte de este tramo.


La llegada a un "pozón" del arroyo, nos brindó la oportunidad de mojarnos un poco la cabeza y ver como los chicos y su mascota, chapoteaban en el agua. El tramo hasta aquí, nos demandó casi 2,8 km, con una exigencia media.


¡Es una experiencia interesante y por momentos, agotadora!


Muchas especies de flora y fauna silvestre, dependen totalmente de los humedales. Además de ser hábitats de suma relevancia, para las aves migratorias, refugian en ocasiones a especies endémicas, es decir, que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.





Club Martín Pescador


(Palmira)


A partir del pozón del arroyo Claro, comenzamos a transitar una zona más despejada, que permitía el ingreso de una brisa suave, que mitigaba el calor y nos acompañó, hasta la llegada al Club de Pesca, Martín Pescador, lugar que en la actualidad funciona como camping y club social, por cuanto la ausencia del agua en el río Mendoza,  elimina toda posibilidad de cumplir el fin para el que fue concebido: pescar.



Escultura realizada con tronco, palos y varillas del lugar.
(Club Martín Pescador, Palmira)


Donde luego de refrescarnos, hidratarnos y almorzar, a la sombra de frondosos árboles, disfrutamos de un recital, que nos ofrecieron los talentosos integrantes, del "Grupo Chacana".


El dúo de, Diego "Gucho" (charango) y Cintia (chajchas).



La marcha tuvo en muchas alternancias, un carácter temático, donde Juan Pablo y Marianela, principalmente, disipaban las dudas que pudieran haber en el grupo, sobre la flora del lugar, charla en la que todos interactuábamos, aportando nuestra humilde cuota de conocimientos.


Si bien nos acompañaron los trinos de las pájaros, no todos tuvimos la suerte de avistarlos y/o fotografiarlos, y las aves propias del humedal, estuvieron totalmente ausentes.


Ever, nuestro especialista en observación de aves, nos había advertido al comenzar la salida, que para que eso fuera posible, deberíamos minimizar las charlas y los ruidos propios de la marcha, porque tal situación las ahuyentaría... ¡Y así fue!.


En la actualidad un reducido grupo de personas, los Guardianes del Humedal, a quienes comienzan a sumarse instituciones y movimientos ecológicos, están luchando por la restauración del lugar y una ley de humedales, que lo convierta en Área Natural Protegida.


Todos los años, el primer domingo de febrero, en conmemoración con el Día Mundial de los Humedales, se organiza esta salida de senderismo, sólo hay que estar atento, inscribirse (es gratuita) y concurrir.






Nuestros Humedales


Día a día, los humedales mendocinos van llegando a su fin. Al no coexistir una decisión política en la administración del agua, que contemple mínimamente los intereses de estos pequeños santuarios ecológicos, la fauna, en su mayoría aves (migratorias y endémicas), peces y flora nativa, continuarán desapareciendo de nuestro paisaje autóctono.

 

La interrupción total de los principales ríos provinciales, de los que se abastecían la Laguna del Rosario, Arroyo Claro, Laguna de Los Álamos, Laguna El Viborón, Laguna de Soria, Laguna del Llancanelo, etc., hacen que palabras, tales como “desaparición”, “retracción” o "mortandad", cobren sentido, cuando uno se refiere a ellos.


Observamos grandes transformaciones en todos los ecosistemas, sin llegar a tener una dimensión cabal, de cómo el equilibrio preexistente se va modificando. 


Ignoro cuál de todas las acciones del hombre y sus excesos, sean el motivo que más impacta en el cambio que se gesta, de lo único que estoy seguro, es que la flora y la fauna, son ajenas al problema.


¡Por una actitud benigna con nuestros ecosistemas!

 

02 de febrero: ¡Día Mundial de los Humedales!

03 de marzo: ¡Día Mundial de la Vida Silvestre!

 


       











[1] Carril: se les llamaba carril o carriles, a las huellas que dejaban los carros en el suelo. El tránsito continuo por el mismo lugar, a fines del siglo XVIII, le dio nacimiento a los “Carriles de Carretas”. A diferencia de las calles que constituían las vías de comunicación interna de las ciudades, los carriles, actuaban como caminos principales "entre" ciudades. En nuestra provincia hay muchos ejemplos de ellos, el Carril Bandera de los Andes (ex RN 7), el Carril Tomás Godoy Cruz, Carril Ponce, etc.

 

[2] La Isla (Maipú): "desde época de la fundación de la ciudad de Mendoza, se pasó llamar La Isla a los terrenos que formaban los dos brazos del río Mendoza, por la cual estaba trazado el primitivo camino carril de carretas hacia el litoral, ya que al carecer en aquella época de puentes, se aprovechaban sus dos brazos para el cruce del río, en razón de encontrarse el agua más compartida" (Toponimias de Juan Isidro Masa).





Otros temas, que quizás te puedan interesar:


 
* El molino harinero del general San Martín.

 
* Posta de Rodeo del Medio (Maipú).


* Mortandad de peces, en la Laguna El Viborón.


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