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LOS MURALES DE NUESTRA SEÑORA DE LA CARRODILLA

Altar en la Parroquia, Nuestra Señora de la Carrodilla.


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EL ARTE EN LA PARROQUIA



 DE LA CARRODILLA

 

Por: Enrique Guerrero.


Nuestra Señora de la Carrodilla, posee un camarín con viñedos, que se extienden hasta el Cordón del Plata y un mural que recuerda la coronación y la profunda devoción, del pueblo mendocino. 


A ambos lados de la nave central, en uno de los transeptos y en los dos nártex, las paredes lucen otros murales con motivos sacros y constituyen entre todos, un espacio de arte y singular belleza. 


Te invito a conocerlos...





EL MURO TESTERO Y EL CAMARÍN


 DE LA VIRGEN


Tal obra nació de la mano de un pintor italiano y la invalorable asistencia de su esposa. Es que en 1960, se contratan los servicios de Salvatore Salvino Spinnato (1910-1999), inmigrante de Ventimiglio, Italia, egresado del Liceo Artístico y Academia de Bellas Artes de Palermo y de la Facultad de Arquitectura de Roma, que luego de acumular experiencia en el pintado de murales y a los 39 años de edad (1949), decide radicarse en la Argentina.


Será él con la colaboración de su esposa, Piera Lombardo (1905-1995), nacida en Bérgamo, Lombardía, Italia, pintora especialista en arte sacro, quienes le darán nacimiento a cuatro murales o momentos, en la parroquia de la Carrodilla.





La composición pictórica del altar, se vale de dos espacios claramente definidos: la cabecera de la nave, formada por un ábside con forma de bóveda de horno o semicúpula, que hace las veces de Camarín de la Virgen y la pared con arcada o muro testero, que lo delimita del presbiterio.



El camarín de la Virgen


En el mural que cubre las paredes del ábside, verdes viñedos se extienden, hasta el nacimiento del pedemonte. Al fondo, el Cordón del Plata destaca la imponente figura del Tupungato, que extravía su inmensidad, en el cielo azul de Mendoza.


Nuestra Señora de la Carrodilla, entronada sobre un pequeño carro, se integra así, a uno de los paisajes típicos de la zona rural mendocina, de los cuales, Ella es su Patrona Celestial.


Camarín de la Virgen de la Carrodilla.





La Coronación


En la parte superior del arco, que da ingreso al camarín, sobre la imagen de la virgen, dos ángeles suspendidos en las alturas, sostienen una corona, recordando aquella tarde del 13 de febrero de 1938, en que es coronada por Monseñor Verdaguer


Coronación celestial, de Nuestra Señora de la Carrodilla.





Mural lado izquierdo del altar.


Sobre la pared, del lado izquierdo del altar, un mural representa la devoción y el respeto de la gente de todas las edades, hacia a la Virgen.


Las mujeres, con la cabeza cubierta, las manos juntas y la mirada en lo alto y los hombres, con la cabeza gacha y descubierta, sugieren un momento de oración en un profundo silencio, tal vez, solicitando la protección de la Santa Madre.


Una niña y un niño avanzan tímidamente. Ella porta un ramo de flores y él, un cirio encendido, a la vez que una madre carga en brazos a su hijo. Todos los personajes, visten distintos tipos de prendas, sugiriendo la presencia, de toda la sociedad mendocina.


Solicitando la protección de los viñedos. 





Mural lado derecho del altar.


Una escena típicamente rural. Los cosechadores le agradecen a la Virgen, la abundancia de la cosecha. Una madre porta en sus brazos, el fruto de su amor, su hija, y los demás personajes, llevan racimos en las manos o canastos repletos de uvas.


Como en la escena anterior, las mujeres cubren su cabeza con pañuelos y los hombres la llevan descubierta.  Hay personajes de distintas edades.


Agradeciendo la abundante cosecha.



MURALES EN LOS NÁRTEX


Luego de trasponer los portales de ingreso a la parroquia, entre el atrio y la nave principal, nos encontramos con dos nártex, uno a la izquierda y el otro a la derecha. Esos pequeños recintos con arcos de entrada, en las basílicas románicas, estaban destinados a los penitentes y a los catecúmenos (no bautizados).


Los dos nártex, ubicados a un costado de la puerta principal 


Nártex izquierdo (ESE)


En este pequeño recinto, Salvino pinta un mural a la cera virgen de abeja, dividido en tres momentos, dos del Génesis y uno del Nuevo Testamento.

Una gran roca, divide dos momentos del Génesis, la vida de Adán y Eva en el Jardín del Edén, el árbol prohibido y la serpiente, y la expulsión, que lleva adelante un ángel armado de una espada.


En el centro, usando la roca de telón de fondo, posiblemente San Pedro, bautiza a un catecúmeno, con las aguas del río Tíber. Marcando con esta escena del Nuevo Testamento, una de las instrucciones que el Señor dio a Sus apóstoles "Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo"... 


Adán y Eva en el Jardín del Edén - el Bautismo - la expulsión del Paraíso.


Nártex derecho (ONO)


En este pequeño recinto, Salvino pinta un mural a la cera de abeja, que representa momentos trascendentales de la Vida Cristiana: La Muerte, Sepultura y Resurrección de Jesús.


En el centro, una gran roca simboliza el Santo Sepulcro. La pintura de la izquierda, registra el acompañamiento y traslado de los restos mortales de Jesucristo, hasta el sepulcro. 


José de Arimatea uno de sus discípulos, viste túnica gris y gorro verde, habiendo sido el quien solicitó el permiso de Pilatos, para retirar el Cuerpo de la cruz, a la vez que Nicodemo, otro de sus discípulos, sostiene la mano derecha y lo mira al rostro. Tras ellos, tres mujeres vestidas de negro observan con dolor el momento: María, María Magdalena y María Cleofás y al fondo, se desdibuja el Gólgota, con las cruces vacías.


A la derecha de la misma roca, Jesucristo resucita y asciende a los cielos. Las manos, pies y el costado, registran las llagas y heridas sufridas durante la crucifixión. A sus pies, el soldado romano que lo hirió con su lanza, baja la cabeza en señal de compunción.


El conjunto en su totalidad, simboliza el tránsito de la muerte a la vida eterna.


De la muerte a la vida eterna.


Hasta el 2021, la pintura se complementaba con una escultura del periodo colonial, llamada Cristo de los Pobres. La misma era una figura articulada, con los brazos unidos por fuelles de cuero, policromada, tallada en madera, de cara barbada, con cabello natural, corona de espinos y expresión de tristeza.


CRISTO DE LOS POBRES
(imagen Mendoza Post)

Yacía crucificado, sobre la cruz que hoy, observamos con el manto blanco, dándole fuerza al relato del mural.


En la madrugada del 15/16 de septiembre de 2021, en plena pandemia de COVID 19, vándalos forzaron la entrada de la iglesia, prendiéndole fuego a la imagen.


Afortunadamente, los daños no fueron totales y según me comentó la señora Lucía, que atiende la santería y hace las veces de camarera del museo, se le entregó al reconocido escultor y restaurador Ricardo Cubisino, quien trabajará para rescatar la belleza histórica y simbólica de la imagen.





ANTONIO SARELLI


En la pared del lado ESE, donde hay un cofre vidriado que durante años cobijara la escultura del Cristo Yacente, que hoy se exhibe crucificado en la Capilla del Señor de la Salud, un mural pintado en el año 1965, por el reconocido pintor mendocino, Antonio Sarelli, representa el atardecer del Viernes Santo en el Calvario (Gólgota en arameo)


La cruz de Cristo está vacía y la envuelve una luz celestial.


Es quizás la única pintura, que presenta un gran deterioro, sobre la esquina inferior derecha, donde está la firma del maestro y la fecha.


Atardecer del Viernes Santo en el Calvario.





NÉLIDA ABRAHAM

Dos bellos murales de esta pintora mendocina, visten las paredes de la iglesia. 

Sobre la pared oeste (ONO), se encuentra un mural que encuentra a María sentada junto a la carpintería de José.


María y la carpintería de José

En el transepto derecho, que hace las veces de capilla del Santísimo Sacramento, un gran trigal cubre la pared testera sobre la que está el Sagrario, dándole a ese pequeño rincón de oración, una sensación de plena y profunda paz.


El trigal.

Ambos murales se encuentran en muy buen estado de conservación.



¡Con mi total agradecimiento a la Sra. Lucia Morales, encargada del Museo de la Capilla de la Carrodilla y Ministro de Eucaristía, por facilitarme el acceso a varios rincones del templo y proporcionarme información muy completa, sobre la imaginería que se expone en el museo!





Preservar el patrimonio cultural, histórico y natural de Mendoza, constituye una obligación ineludible, para quienes tenemos el privilegio de observar, testimonios de los esfuerzos realizados por el hombre o la naturaleza, a lo largo de muchos siglos.


Copyright © 2015 Huellas Cuyanas