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Puesto "EL AGUARIBAY", Apuntes del Camino.

Miraba el sendero, como esperando...
(Escultura en Puesto "El Aguaribay")

Latitud:; 32°49'6.98"S

Longitud: 68°56'25.87"O



PUESTO EL AGUARIBAY

- Las Heras, MENDOZA -


Por: Enrique Guerrero.


El sendero cambiante del pedemonte mendocino...

En el aire fresco de la mañana, podía sentirse como la primavera desataba, un creciente aroma a hierbas, que en su andar errante y solitario, perfumaban timidamente el pedemonte mendocino.


Espesos jarillales  bordeaban el camino, impediendo la evasión del encanto insistente, que consagraba la inmensidad andina.



Recuerdo que arribamos a un puesto con la intención de hacer un alto. Con sorpresa descubrí sobre la tapa de la cisterna, el torso de una mujer que la piedra exponía con cierta impunidad.


Contemplaba el sendero como esperando, con la mirada extraviaba en la distancia.


EL frío de las noches solitarias, le congeló el alma

Abandonando sus ojos por momentos, a la ardua labor de hurgar algarrobos y jarillas, con un deseo inconfeso de exprimirle a la soledad, la esencia añorada del amor ausente.


El frío de las noches solitarias le congeló el alma y le arrancó los brazos, haciéndola inconmovible.


Los pocos aguaribayes que concurrían al patio, sabían de su tiempo y con una complicidad misteriosa, sustraían las sombras de sus ramas, para que la entibiara el sol del mediodía...


Puesto El Aguaribay (Las Heras), 06 de setiembre de 2013.







Apuntes sobre la marcha...



Capilla de Lagunas del Rosario

RESCATAR MOMENTOS


¿Has sentido alguna vez, mientras caminas por un lugar desconocido, cómo los pensamientos y las ideas comienzan a fluir indefinidamente?... 

En una travesura infinita, una tras otra se suceden armando y desarmando el deslumbrante juego de la expectativa, la ilusión, el momento…

Una pequeña libretita me auxilia en los apuntes de ruta, pero es la gran CPU que llevo en mi corazón, la que no me deja olvidar esos instantes y me invita a revivirlos, cuando pareciera que el peso de la rutina diaria, se va a desmoronar sobre los sueños.

Si en el camino geográfico o de la vida, algo te hizo sonreír, asombrarte, emocionarte, detenerte a contemplar una escena por un largo rato; por qué no rescatarlo y hacerlo flotar en una charla, un garabato, un poema o un apunte.

Los senderos no siempre están en la geografía, por lo general se llevan en el alma.

¿O no?...

Un abrazo y buenos senderos para andar en la vida: 
                             




                                                      

De caminos y senderos...


SE HACE CAMINO AL ANDAR...


Cuántas veces mientras voy andando, pienso en la estrecha analogía que existe entre los senderos de montaña y los senderos de la vida.

Ambos me sumergen en la fabulosa epopeya de lo inesperado, de la aventura del asombro.

Recorriendo geografías, ahora cuyanas, mis caminos interiores resucitan en una simbiosis renovada con la naturaleza.

Gradualmente experimento la manifestación espontánea de ecosistemas, que con manos alfareras e infinita paciencia, modelan la arcilla esperanzada de mi alma.

Y me sumerjo en el extraordinario suceso de vibrar al unísono, con el corazón bondadoso del planeta. Los bastones y la mochila dejan de ser una molestia, para ser cómplices necesarios del momento.

Y la vida me maravilla mientras se hace y deshace en colores, aromas, sonidos y sabores, que asisten al renacer de los sentidos que se durmieron allá lejos, en la contaminación urbana de Mendoza o Huantata (Valle de los guanacos), como le decían los huarpes.

Sin resistencia alguna, más que la impuesta por los años, abandono mis  pasos al encanto de andar sobre el milagro vegetal y mineral que alfombra el camino, por el solo placer de sentirme vivo...


Y sonrío, cuando descubro que recorrer un sendero en la tierra o en la vida, simplemente es: ¡Poesía!.
Mendoza 19 de julio de 2015.






 


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